La primera de las procesiones valderrobrenses se caracterizó por el incomparable marco por el que transcurrió
Cientos de personas asistieron al tradicional Via Crucis del miércoles Santo. Las calles del centro histórico de la capital del Matarraña fueron testigo, un año más, de la espectacularidad del paso de los tambores y cornetas por el incomparable marco urbanístico que ofrece la localidad.
Los cofrades salieron puntuales de la monumental Iglesia gótica de Santa María la Mayor. A la confortable temperatura noctura se sumaron multitud de turistas así como valderrobrenses y personas venidas de otras localidades cercanas de la comarca, que no quisieron perderse la procesión que atravesó las principales calles del casco antiguo para volver al templo parroquial. «Tenemos un gran número de cofrades y el marco es incomparable, hemos atravesado las calles más singulares de Valderrobres y además hay que agradecer a todos los colaboradores que hemos tenido», afirmó Mario Ortiz, presidente de la Cofradía del Santo Entierro de Valderrobres.