A pesar de que murió a edad temprana, a pesar de que tuvo una vida en la que las fiestas interminables eran su cobijo, a pesar de su agotador cautiverio sentimental con Zelda y de su participación en la Primera Gran Guerra, FRANCIS SCOTT FITZGERALD (1896-1940) tuvo tiempo de sobra para dejar un legado literario asombroso: dos novelas excelentes e imperfectas (“A este lado del paraíso”, “Hermosos y malditos”), dos obras maestras imperecederas (“El gran Gatsby” y “Suave es la noche”) y el esbozo de la que, sin duda, hubiera sido su obra cumbre: “El último magnate”. Y, serpenteando entre esos caminos de piedras preciosas y tóxicas, un aluvión de relatos que, en el peor de los casos, son interesantes; y, en el mejor, sencillamente magistrales.
Y ahora, nos encontramos con una serie de cuentos recientemente descubiertos, por ser anteriores a su fama, y otros olvidados porque fueron rechazados por la miopía de algunos editores de la época que no los consideraron representativos de su autor. Y es que FITZGERALD ya estaba embarcado en la exploración de nuevos tonos y temas. Es este material de alta literatura el que ha sido reunido en el libro que hoy os recomiendo encarecidamente: “MORIRÍA POR TI Y OTROS CUENTOS PERDIDOS”.
Unos textos en donde brilla la gran prosa de un estilista incomparable, con su mundo particular, sus atmósferas inconfundibles, sus personajes desesperados y encantadores y cínicos. Unos textos en donde nos encontramos a empresarios atrapados en un psiquiátrico por error; guionistas reconvertidos en vagabundos para encontrar la inspiración perdida; soldados capturados y colgados por los pulgares; seductores legendarios por quienes se suicidan las mujeres; pero también herederas tan ricas como torpes a las que les resulta imposible encontrar marido, o jóvenes cuya hermosura no para de acarrearles problemas. Son textos que abrazan la sátira y el humor con un estilo chispeante y agilísimo, pero, también, textos que envuelven a sus personajes y escenarios en una oscuridad imprevista y osada: la de la locura, el suicidio, la enfermedad o el desamor.
FITZGERALD siempre consideró que los cuentos eran una forma de ganarse la vida, un sustento en tiempos de ruina. Pero “MORIRÍA POR TI” vuelve a demostrar cuán equivocado estaba, y cómo su talento era capaz de convertir su gangrena vital en una escalofriante fiesta literaria a la que asistimos, como si de una velada de Gatsby se tratara, asombrados y conmovidos. No en vano a dejado escrito de este libro Frédéric Beigbeder: “Fitzgerald sigue siendo infinitamente más conmovedor que cualquier juntaletras contemporáneo en la cumbre de su arte. En este libro se derrocha auténtico genio”.