Año 1950. España es un país hambriento y miserable; pero, sobretodo, dividido. La razón -nos cuenta el crítico Daniel Arjona- fue el estancamiento del Frente del Ebro en 1938 que acabó alargando la Guerra Civil hasta convertirla en un episodio regional de la devastadora Segunda Guerra Mundial. Al concluir finalmente esta en 1945, las potencias aliadas decidieron dividir el país en dos, pues «allí ya no esposible ni la venganza ni el perdón». Una diagonal que iba desde Navarra a Cádiz separaba la zona oeste, bajo una monarquía parlamentaria confesional con don Juan como jefe del Estado; de la zona este, en la que imperaba la República Democrática Española (RDE), una dictadura comunista de obediencia soviética dirigida con puño de hierro por Enrique Líster. El católico País Vasco y la liberal Cataluña -con su autonomía erradicada- son los respectivos polos industriales de cada una de las zonas. ¿Y Madrid? En Madrid hay un muro que parte la capital en dos. «EL MURO DE MADRID».
Y este es pues, precisamente, el título de la novela que hoy os presento y recomiendo; escrita por el prestigioso periodista LUIS PRADOS DE LA ESCOSURA, novela breve, previsible pero muy entretenida, que nos cala bastante hondo sobretodo en estos tiempos tan mezquinos que estamos viviendo.
La obra, pues, es una ucronía brillante cuya imagen de un Madrid fracturado entre regímenes ideológicamente irreconciliables brinda una potente metáfora renovada al cariz de los acontecimientos politicos actuales, en donde dos bando políticos se acusan de «comunistas» o «fascistas» sin rubor alguno.
«He intentado, nos dice PRADOS, describir hacia dónde puede conducir la frivolidad y la irresponsabilidad de los políticos que alimentan la mentira y el odio -dos conceptos que como decía Camus están muy relacionados. Intentar revivir las batallas perdidas o ganadas hace décadas alegremente desde la comodidad del presente es convertir la tragedia de millones en la farsa de unos pocos».
Tengo que decir que existe cierta tradición literaria de ucronías ibéricas («El desfile de la victoria», «los rojos ganaron la guerra»…), que juegan con la posibilidad de un resultado distinto de nuestra Guerra Civil. La originalidad de PRADOS pasa por imaginar un final en tablas y por servirse de la cruda realidad histórica del Berlín divido y su ominoso muro, para trasladarla a Madrid.
En este escenario divisivo y estremecedor se despliega también una historia de amor, la que viven Fermín Salvatierra, un avezado periodista que intenta eludir la censura comunista, y Elena Arizmendi, una espía encubierta de la España monárquica.
«EL MURO DE MADRID» es una novela especial, que se lee de un tirón: ágil y amena; pero sobretodo, es una novela que nos hace recapacitar y nos advierte del riesgo de recrear las batallas del pasado. Como alguien dijo: «La democracia es una cuestión de mayorías, no de mitades extremistas».
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz