El trencilla del partido perjudicó con sus decisiones a los locales
Un penoso arbitraje con unas decisiones que llegaron a desquiciar al Alcañiz a cargo del colegiado Carlos Lapeña y sus asistentes, José María Ledesma y José Enrique Yago; hizo que el partido que enfrentó al conjunto local ante el Herrera finalizara con empate a dos goles en el marcador.
El choque tuvo un dominador claro que no fue otro que el conjunto que entrena Alberto Portolés. Desde el pitido inicial se vieron muy claras de qué manera iba a transcurrir el choque. Los locales, muy incisivos por la banda izquierda, comenzaron a llevar peligro al portal defendido por Lázaro. Martín se encargó de abrir el marcador con un extraordinario gol. Poco después, tras hilvanar un preciosa jugada de ataque, un remate de cabeza se estrellaba en el larguero. Antes del descanso Lacueva tuvo la oportunidad de sumar el dos a cero pero su vaselina se fuera por poco. Mientras, el conjunto zaragozano, no inquietó en ningún momento a Rubén.
Tras pasar por los vestuarios el Alcañiz continuó forzando la máquina de los visitantes. La mejor oportunidad la tuvo Marian pero su cabezazo salió algo desviado. En el minuto 60 llegó la primera jugada polémica. Un penalti señalado por el asistente y que el colegiado concedió lo transformaba Sergio Ezquerra empatando el partido. Diez minutos más Oyono hizo subir el 2 a 1 al marcador tras cabecear una falta botada desde la izquierda. A partir de aquí el colegiado fue el gran protagonista con decisiones que causaron sorpresa y enfado entre las filas alcañizanas. De una de ella, tras no pitar una clarísima falta en contra del Herrera, llegó el segundo gol de los visitantes obra de Val. Sin tiempo para más se llegó al final del encuentro y el inmerecido reparto de puntos.