El chupinazo es el momento más esperado de las fiestas y da inicio a cinco días de actividades para los calaceitanos
Las fiestas mayores de Calaceite han comenzado con uno de los actos preferidos por la población: el chupinazo. A las 12.00 de la mañana del martes, el lanzamiento de los cohetes por parte de las reinas indicaban el inicio de unos festejos que se esperan armoniosos y multitudinarios.
Todos los vecinos colaboraron en el tradicional chupinazo. Desde los balcones caían cubos de agua y en la plaza dos mangueras remojaban a todo aquel que se acercara. Al ritmo de la charanga, los calaceitanos bailaban empapados y con un vaso en la mano, un vaso proporcionado por los dos remolques que iban ofreciendo vino a los peñistas.
Después de unos momentos de disfrute en el centro de la plaza, todos los asistentes recorrieron las calles de la localidad. Junto a ellos, los remolques y la charanga les seguían para hacer el trayecto más llevadero. En todo momento también acompañó el tiempo, a pesar de presentarse una mañana con posibilidad de lluvia, el sol no dejó de brillar durante el acto preferido de la población. Jóvenes de la localidad y visitantes que se acercaron para asistir a uno de los actos más comentados, solo tenían palabras de gratitud al buen ambiente que se respiraba, así como las ganas que tenían de que llegara ese momento.
Hace 20 años que el chupinazo de Calaceite se celebra de esta manera y en estas dos décadas ha conseguido ser el momento estrella de estas fiestas.