Siete de los nueve pueblos de la Ruta rompieron la hora anoche. Esta mañana lo ha hecho Calanda.
Si esta mañana a mediodía el cielo se ha derrumbado con el retumbar al unísono de miles de tambores y bombos en Calanda, anoche se vino abajo con el sonido de los tambores del Bajo Martín, Bajo Aragón y Andorra en el Romper la Hora.
En Calanda, la directora de cine, Isabel Coixet, ha sido la encargada de dar el mazazo al bombo del centro de la plaza junto a Pedro Guarc, de la cofradía Jesús Entrando en Jerusalén. Ambos han Roto la Hora en cuanto el alcalde, José Ramón Ibáñez, ha dado la orden con el bastón de mando.
Albalate, Alcorisa, Andorra, Híjar, La Puebla, Samper y Urrea detuvieron los relojes a las doce en punto en un estruendo que emociona a miles de personas cada medianoche del Jueves Santo. Con el corazón en un puño, miles de personas esperaron impacientes las señales que marcan el inicio del sonido en cada uno de los pueblos. El acto de Romper la Hora, precedido por emotivos reencuentros entre familiares y amigos, se vivió anoche de forma muy intensa en siete de los nueve pueblos de la Ruta del Tambor y Bombo. Por su parte, Alcañiz procesionó la majestuosidad del Silencio.
Híjar fue una de las localidades donde más tambores y bombos se concentraron ayer por la noche. Minutos antes de que el reloj de la iglesia marcara las doce, las puertas del ayuntamiento se abrieron y los miles de tamborileros crearon una hilera, como si de la separación del Mar Rojo se tratase, para que Luis Carlos Marquesán, alcalde de Híjar, pudiera llegar a la farola que preside la plaza de la Villa. Cuando dieron las doce, Marquesán golpeó al cielo con su bastón de mando y los tambores y bombos rompieron en un impresionante estruendo que puso los pelos de punta a más de uno.
Media hora más tarde, los tambores y los bombos, divididos en cuadrillas, se fueron dispersando por la localidad. El sonido de los redobles iba desapareciendo de la plaza poco a poco y se fueron esparciendo por todo a Híjar. A las dos de la madrugada volvieron a juntarse casi todos los tamborileros en la procesión de los Despertadores, un acto con el que los presentes pudieron disfrutar con uno de los acontecimientos más bellos de toda la Semana Santa. Los tambores y los alabarderos acompañaron el paso de la Oración de Jesús en el Huerto, pero los grandes protagonistas fueron los Rosarieros, quienes entonaron el «Ay de mi» por las plazas de las tres culturas de Híjar.
A pocos kilómetros, en Samper de Calanda la noche se alargó hasta altas horas de la madrugada con la bajada de los Santos. Previamente los samperinos fueron a la plaza del Ayuntamiento a romper la hora, este año además con la presencia del Presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. Los primeros en aparecer en escena fueron los alabarderos, que hicieron su entrada por la calle que proviene de la gran iglesia parroquial samperina. Instantes después, los samperinos, ataviados con sus túnicas y terceroles negros, hicieron el silencio justo hasta las 12 en punto, momento en el que irrumpió el estruendo y literalmente, se rompió la hora. Fueron unos instantes de emoción en los que los centenares de personas allí presentes vivieron quizá el momento más culminante de toda la Semana Santa.
La plaza de Albalate se tiñó anoche de negro en el Romper la Hora / L. Castel
También se rompió la noche en Albalate del Arzobispo, donde a las dos cantaron los rosarieros.En los últimos años el Romper la Hora albalatino ha adquirido una dimensión destacada y ayer no fue una excepción. Tras la bajada del pañuelo por parte del alcalde, Antonio del Río, la plaza, teñida del negro característico de las túnicas locales, empezó a retumbar con los tambores y bombos. A las dos las cuadrillas acompañaron al Canto del Reloj de la Pasión con los Rosarieros, un acto con el que se pretende recuperar los cantos polifónicos del Rosario de la Aurora de Albalate.
Plaza de la iglesia de Urrea de Gaén, este Jueves Santo, en el Romper la Hora. / B. Severino
En Urrea de Gaén, la tradición se cumplió en la medianoche en la plaza de la iglesia. Tras Romper la Hora, cientos de tambores y bombos salieron en formación rumbo al monte Calvario. Así comenzó la procesión de la Oración en el Huerto en la que el estruendo sólo calló por segundos y en paradas contadas para dejar a los Despertadores entonar las coplas. Desgarradores cantos por la muerte de Cristo. La procesión se alargó hasta bien entrada la madrugada antes de que los tamborileros siguieran tocando por calles y plazas en cuadrillas.
Ocho años como presidente de la Ruta del Tambor y el Bombo, y cincuenta y cinco rompiendo la hora. Toda una vida dedicada a este ritual tan especial. Segundo Bordonaba ha sido el encargado de comenzar la rompida en su pueblo natal, La Puebla de Híjar, después de recibir el Tambor de Honor. Todo un orgullo y algo muy emocionante según el poblano. Los minutos pasan rápido cuando se está esperando a que lleguen las doce. Él ya lo ha hecho muchísimas veces, pero sabe que esta ocasión es especial. Está en medio de la Plaza del Ayuntamiento, rodeado de su familia y amigos. Todos le miran, en silencio, esperan ese movimiento de manos que haga sonar el Tambor de Honor con sus baquetas, el cual le ha sido entregado momentos antes, para que todo empiece. Todos le esperan para romper esa solemnidad y hacer vibrar su pueblo por fin, un año más. Y ahí comenzó todo. Más de 400 personas llenaron la plaza del Ayuntamiento de La Puebla ayer por la noche, ante la mirada de otras tantas que escuchaban y observaban atentas. Tambores y bombos de todos los colores y formas sonaban sin parar, los brazos de los poblanos, mayores y pequeños se movían al unísono, arriba y abajo, mientras entre ellos sonreían, se miraban con seriedad, concentrados. Segundo estaba en medio de toda esa vorágine de sonido y fervor, y no dejó de tocar hasta que sus manos no pudieron más, dando por terminada una rompida de hora distinta, más suya que cualquiera de las anteriores.
En el Bajo Aragón, Alcorisa, que hoy recreará el Drama de la Cruz, ayer se sumó a la tradición como cada año dándole el tono morado de las más de mil túnicas. La plaza retumbó un año más haciendo que el pulso de los tamborileros vibrara al son de los toques de bombos y tambores. Y es que, no hay momento más emocionante para los alcorisanos que Romper la Hora. Después de un año en silencio, sonó la corneta y Julia Vicente, la alcaldesa, bajó su barrote haciendo que los rostros ilusionados que llevaban varios minutos esperando el momento, hicieran estallar la emoción un año más. Una plaza abarrotada de túnicas moradas y pañuelos y cordeles blancos empezó a vibrar, reír y celebrar la noche del Jueves Santo hasta las doce del medio día. Niños, mayores y pequeños fundidos bajo un mismo ritmo entre la tradición y el ambiente festivo.
El sonido de una corneta fue lo que arrancó a medianoche la Rompida de la Hora en Andorra. De la plaza del Regallo, inmersa en una marea negra y roja, surgió el estruendo que se extendió por las calles de la localidad minera. No hace falta ser de la localidad para comprender que en ese momento es un mismo sentimiento el que une a tanta gente. Niños y mayores, movidos por un mismo sentimiento, se dejaron seducir por un único toque que enseguida se diversificó en varios. El Regallo se fue vaciando, poco a poco, para trasladar el toque a todos los rincones andorranos.
Los vecinos cumplieron también con la tradición y, ya de madrugada, más de un centenar de personas se reunió en la plaza de la Iglesia para subir a San Macario en la procesión de las Antorchas. Aunque las temperaturas eran más bajas, la tradición manda y los tambores y bombos subieron hasta la ermita para bajar al Cristo de los Tambores en un camino iluminado por el fuego.
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