Cofradía protagonista: Sobre el Santo Ángel recae este año parte de la organización y la representación de Calanda fuera del pueblo
Obedeciendo al riguroso orden de rotación instaurado en Calanda, este es el año del Santo Ángel. Entre otras muchas cosas de las que se han hecho cargo, como la representación del pueblo en las Jornadas de Convivencia de la Ruta en Andorra, suya es la responsabilidad del acto de confraternización de todas las cofradías. Supone el inicio oficial de la Semana Santa calandina en Domingo de Ramos.
Los orígenes hay que buscarlos al término de la Guerra Civil, cuando Mosen Vicente Allanegui impulsó, junto a Acción Católica, la creación de un grupo que movilizara todos los actos. Se llamó la Cofradía del Santo Ángel y con el tiempo se vinculó a los jóvenes deportistas del pueblo hasta que se acabó por asignar su responsabilidad al Club Deportivo Calanda.
Con 180 cofrades, todo el mundo es bienvenido en la cofradía más pequeña en número pero no en ganas. «Todo el mundo colabora y quien quiera venir va a tener su papel. Aquí no hay banquillo, todo el mundo es titular», dice el presidente, Joaquín Esteban quien recuerda perfectamente sus inicios como jugador de fútbol. «Yo tendría unos 15 años y después de un partido entró el presidente del Club al vestuario a recordarnos que teníamos que ir a sacar al santo. Así fue y ese vínculo sigue fuerte, la mayoría de los de entonces seguimos formando parte de esta gran familia».
Adquirieron los colores blanco y verde y con el paso de los años incorporaron tambores y bombos. Inconfundible es el toque «Cuatrero» que ejecutan con tambores de piel y de cristal. No es la única seña, pues quien se fije en la peana en cualquiera de las procesiones en las que sale, verá a San Juan. Todo se debe a un viaje a un taller de imaginería en Olot que realizaron los responsables de la cofradía en sus inicios. Después de ir hasta Gerona encontraron de todos los santos menos del suyo, así que, decidieron comprar una de San Juan. «Antes eso, que volverse de vacío a Calanda. Es muy curioso pero hay que comprender que eran tiempos muy complicados como para dejar a la gente sin nada», explica. Por eso son conocidos también como «los de San Juan».
Viven la Semana Santa juntos como una gran familia, con sus almuerzos y vermús de hermandad aunque se han perdido costumbres tan suyas como los partidos de fútbol de solteros contra casados cada Sábado Santo como cierre a la Semana Santa. Se disputaban en la tierra del campo de fútbol «La ventolera» antes de la cena de cierre en la última noche que pasaban jugando a churro, media-manga, manga-entera y «echando muchas risas».
Quieren que la generación actual sea receptora de este espíritu. El llamamiento es para todo el que quiera unirse pero especialmente va para el vestuario del campo de fútbol Manuel Cros. «Ahora sí que hay mucha cantera de fútbol base, de femenino… Nos encantaría que estos jóvenes deportistas sintieran el Santo Ángel como propio porque lo es», concluye Esteban.