Segundo Bordonaba Rompió la Hora con el Tambor de Honor. Manuel Calzada recibió los palillos del cese.
«La satisfacción reside en el esfuerzo». Citando a Gandhi y sin aguantar las lágrimas en cuanto nombró a sus padres, Segundo Bordonaba agradeció ser el Tambor de Honor de este año. Recibió la máxima distinción de Semana Santa que otorga el Ayuntamiento y que le reconoció su implicación.
Bordonaba recogió el galardón con su nieto en brazos, rodeado de su familia, de sus vecinos y de amigos. También de la familia del tambor y por eso más de un calandino se dejó ver por el evento para abrazarse al galardonado. Al protagonista le tocó hablar después de un vídeo que preparó la familia en el que repasó su vida tamborilera. Pusieron el nudo en la garganta a todos.
Un salón del Charif repleto aplaudió los más de 25 años que el poblano pasó enseñando los toques a los niños en el recreo por las tardes. También sus años de implicación en los alabarderos y con la cuadrilla de La Puebla en la Ruta del Tambor y Bombo, institución que preside desde 2010. «Poco se puede añadir de Segundo, su implicación es máxima con todo y, desde luego, su nombre ha sonado cada año para Tambor de Honor», dijo el alcalde, Pedro Bello.
Como buen tamborilero, Bordonaba, no pudo resistirse y se colgó el Tambor de Honor y lo hizo sonar en el mismo salón. Arrancó unos redobles al que se enganchó la cuadrilla presente en el escenario y que arropó la ceremonia.
Otro poblano, Manuel Calzada, «El Murcia», un hombre voluntarioso y siempre al quite de todo, recibió los palillos con los que el alcalde marcó el cese el año pasado. Calzada estuvo cerca de Bordonaba por la noche. En el centro de la plaza para Romper la Hora como manda la tradición.
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