Más de mil cofrades participaron anoche en la procesión, una de las más emblemáticas de la ciudad
El silencio se hizo anoche en Alcañiz en forma de multitudinaria procesión por la parte alta de la ciudad. Más de 1.000 cofrades participaron en ella, ante la atenta mirada de cientos y cientos de fieles, vecinos, turistas y visitantes, que no quisieron perderse una de las procesiones más emblemáticas y emotivas de todas las que se celebran en la capital bajoaragonesa. Simboliza el duelo por la muerte de Cristo en la Cruz y es, sin duda, sello de distinción de Alcañiz frente a los otros pueblos de la Ruta del Tambor y el Bombo, que cuentan con sus Rompidas de la Hora.
La procesión arrancó a las 22.30 de la ex Colegiata Santa María La Mayor, a cuyas puertas aguardaban cientos de personas. El silencio, la seña de identidad del recorrido, tan solo fue quebrado por la banda de tambores y pasos de los cofrades. El Cristo del Silencio, la Virgen de las Lágrimas y la Piedad, tras recorrer la ciudad, volvieron a la exColegiata, que aguardó su llegada con una alfombra de tomillo y romero que condujo los últimos momentos del desfile procesional sin precedentes. Una vez en el interior del templo, el párroco de Alcañiz, Pablo Roda, bendijo los claveles que habían adornado los pasos de la Virgen de las Lágrimas (blancos) y el del Cristo del Silencio (rojos). Los primeros fueron entregados minutos después a los cofrades que participaron en la procesión y, los rojos, serán repartidos hoy, a las 10.00, a los familiares de los difuntos. El acto tendrá lugar en el cementerio alcañizano.
Esta tarde, la capital bajoaragonesa celebrará la procesión del Pregón (13.00) por la parte alta y baja de la ciudad, y la de la Soledad (20.00), por la parte baja. Después, los tamborileros se concentrarán en la plaza de España para tocar.
Hermano Mayor de Honor
Antes de la procesión del Silencio, la Junta Rectora de la Cofradía recogió al Hermano Mayor de este año, Nacho Dobato, y le hizo entrega del cetrillo y la capa. Procesionó, junto a la Hermana Mayor de Turno, Pilar Espada. «Estoy muy contento, esto es un auténtico orgullo», dijo Dobato. Ana Belén Fuster, además, participó por primera vez en la procesión como nueva presidenta de la Cofradía.