Decenas de vecinos salieron a la calle a ver la primera procesión de la Semana Santa
Calanda enmudeció anoche con la procesión del Traslado del Sepulcro, uno de los pasos más tradicionales de la Semana Santa calandina. El tiempo acompañó y decenas de personas se acercaron al centro de la localidad para disfrutar de una procesión que permaneció ausente más de 80 años y que se consiguió recuperar hace justo un año.
Pasadas las ocho de la tarde, el Santo Sepulcro salió de la ermita del Pilar acompañado por la cofradía del Santísimo y de un súbito silencio, tan solo roto por el sonido de un tambor de la Guardia Romana. Los putuntunes fueron los encargados de encabezar la procesión por las calles Virgen del Pilar y Santa Águeda para terminar en la plaza de San Miguel y acabar entrando en la parroquia. Fue un momento muy emocionante, en el que el color negro de las túnicas de los cofrades y el silencio sepulcral consiguió emocionar a muchos de los presentes. Una vez en la iglesia, se rezó una oración y el hermano mayor del Santísimo agradeció la acogida de esta tradición.
Cabe recordar que el Traslado del Sepulcro se dejó de celebrar después de la Guerra Civil, cuando un obús cayó sobre Calanda y destruyó la iglesia de San Miguel, lugar donde descansaba el Sepulcro. El paso tuvo que ser trasladado de forma permanente a la plaza de España. Gracias al esfuerzo de la cofradía del Santísimo y a la historiadora Conchita Navarro, el pasado año se pudo recuperar una tradición que contaba con más de 300 años de antigüedad. Antes la procesión se celebraba el Jueves Santo, pero las numerosas obligaciones de los cofrades ese día provocaron el cambio al Miércoles Santo.