No cabe duda alguna de que la concesión del Premio Nobel siempre va a ser motivo de polémica entre los lectores. Y este año más, si cabe, al serle concedido a dos escritores a la vez, ya que el año anterior permaneció vacante por motivos internos de la Academia. El de Peter Handke, si me lo permitís, no tiene discusión posible, ya que es uno, si no el más grande escritor europeo vivo (aunque todos sus lectores estábamos convencidos de que no se lo darían nunca por sus ideas políticas). Sin embargo, el concedido a la escritora polaca OLGA TOKARCZUK (1962) sí que nos ha cogido a todos a traspiés, ya que es casi desconocida en nuestro país. No por ello hay ya que desdeñarla, al contrario, hay que leerla y disfrutar de su escritura; porque después de ello vas a darte cuenta de que es una magnífica escritora.
De la obra de TOKARCZUK -ocho novelas y tres colecciones de relatos-sólo hay, actualmente, dos novelas traducidas en España. He elegido la publicada por Siruela: «Sobre los huesos de los muertos», porque, quizás, sea la más conocida al ser llevada a la gran pantalla en 2017 por Agnieszka Holland y porque es, también, una original historia de tintes policíacos con un trasfondo ecologista, cosa que, en la actualidad, nos viene muy a pelo.
Ya el comienzo de la obra nos va a dar una somera pista de cómo va a ser esa protagonista con la cual compartiremos la trama: «He llegado a una edad y a un estado en que cada noche antes de acostarme devería lavarme los pies y arreglarme a conciencia por si tuviera que venir a buscarme la ambulancia». Su nombre es Janina Duszejko, una ingeniera retirada que imparte clases en una escuela rural del suroeste de Polonia. Es, sin embargo, una ermitaña y una apasionada de la astrología que está volcada, además, en la defensa de los animales. A pesar de sus años y sus problemas de salud, que se dejan entrever con sutiliza, conserva la fuerza necesaria para meter la nariz en la investigación de unos extraños crímenes que se están produciendo en la región. Todos tienen, a su juicio, un denominador común: los hombres asesinados fueron crueles con los animales.
Esta pequeña intriga se pone al servicio de la poderosa voz de la protagonista; y, sin embargo, «Sobre los huesos…» no es una novela policíaca al uso -la trama de misterio como tal resulta bastante parca-, porque lo verdaderamente interesante es esa protagonista extravagante, de ideas peculiares y que no encaja en el perfil que suele despertar simpatía en el lector. Es una señora que vive medio islada, compra ropa de segunda mano, utiliza métodos de enseñanza muy suyos y dedica su tiempo libre a hacer cartas astrales y a traducir poemas de William Blake. Por supuesto, adora los animales, y, sin embargo, tiene un carácter intransigente: maniática, retorcida, tozuda…, rezuma ambiguedad por todas partes. Es, lo que se llama, una «narradora no fiable». Sólo el ingenio, el buen pulso y la innegable calidad literaria de la autora, va a hacer posible que, poco a poco, nos veamos irremediablemente seducidos por ella.
OLGA TOKARCZUK, con un estilo vigoroso y socarrón -un humor cargado de mala leche- y una ligera ternura que solo se entrevé en los momentos precisos, retrata soberbiamente la sociedad local y cuestiona, sin ambages, tanto la falta de respeto por la naturaleza como el radicalismo ambientalista («De un país dan fe sus animales…Si la gente se comporta brutalmente con los animales, no hay democracia que pueda ayudarles»).
Delicia de novela, en verdad.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz