Oscura es la vida y la muerte» decía «La canción de la tierra» de Mahler, y así es esta maravillosa e inquietante novela del argentino MARCELO LUJAN, y que ya iba siendo hora de que os la recomendara con auténtico fervor: «SUBSUELO», editada por Salto Página. Y digo que ya iba siendo hora, porque con ésta ya son cuatro las ediciones acumuladas en sólo un año. Este milagro editorial ha sido posible gracias a la publicidad más eficiente que existe: el boca a boca, irresistible cuando se ha leído una novela que fascina y que es LITERATURA con mayúsculas. Y es que, a veces, se nos olvida que el trabajo de un novelista no es ser famoso, ni vender miles de ejemplares, ni que sus libros se lean como se ve un telefilme. Antes bien, consiste en encontrar buenas historias y contarlas de la mejor manera posible para emocionar o, aún mejor, conmocionar a su lector. Hacer que tras la lectura gozosa del libro, éste se convierta en memorable…
SUBSUELO» comienza en una parcela en el campo. Con unos burgueses emborrachándose en torno a la mesa al aire libre donde han cenado, mientras sus mujeres hacen café, les traen botella, friegan los platos. Con tres adolescentes sentados al borde de una piscina. Y con un cuarto hijo, un veinteañero que ha llegado tarde a esa segunda residencia. Esto es: MARCELO LUJAN decide comenzar su novela con una escena normal en cualquier chalé de las afueras un viernes por la noche a comienzos del estío. Sólo que ese será el origen de la desgracia para dos familias. Y, sobre todo, será el arranque de una maraña de engaños, secretos, extorsiones y crueldad, una historia acerca de la pérdida de la inocencia, y una sexualidad entendida de forma depredadora y enfermiza. Una historia que se desarrolla oculta bajo la superficie de esa apariencia de familia bien que intenta sobreponerse a un percance que el azar le ha hecho sufrir. Igual que bajo la superficie de esa casa de vacaciones se desarrolla la vida de un hormiguero, leit motiv principal de este relato incómodo que nos obliga a preguntarnos qué se oculta tras las tapias y los setos que rodean los chalés de la gente acomodada.
LUJAN es un estilista: con una prosa limpia, que huye de lo decorativo. Escribe para un lector adulto, con quien establece un juego perverso gracias a un inteligente tratamiento del tiempo. Muestra lo que va a pasar, pero no exactamente cómo. Y, sobre todo, lo oculta a los personajes. Quizás por eso, al leer «SUBSUELO» uno recuerda a esos tipos de narradores que supieron -con sobriedad y sin aspavientos- emplear su oficio en llegar a la raíz del dolor y mostrárnosla. Pienso en Steinbeck o en Carson McCullers.
LUJAN es un caso peculiar en el actual panorama hispano. Un autor con una voz personalísima que sabe contar historias inteligentes y desasosegantes. Eso lo convierte en un texto poco conveniente para esos lectores que buscan libros que se lean como telefilmes. Los demás, sin duda, no deberían perdérselo.