El científico e investigador Nacho Aguiló ha descubierto un mecanismo que demuestra la eficacia de la vacuna contra la epidemia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene pautado como uno de los «objetivos del milenio» reducir en un cincuenta por ciento la morbilidad, mortalidad y sufrimiento provocado por la tuberculosis (TB) en el año2035 así como erradicar la enfermedad en el 2050. Gracias al último estudio desarrollado por del científico bajoaragonés, Nacho Aguiló, terminar con la epidemia que se convierte en una de las diez principales causas de mortalidad en el mundo parece ser una meta más cercana.
Después de cinco años de investigación, Aguiló, dentro del grupo Laboratorio de Genética de Micobacterias liderado por Carlos Martín que trabaja en la nueva vacuna contra la tuberculosis (MTBVAC), ha descubierto un mecanismo que mejoraría sustancialmente la actual vacuna (BCG) que se aplica desde 1921. Esta nueva aportación, revela que la presencia de dos antígenos en la vacuna MTBVAC aportaría una mayor protección que la centenaria BCG.
Nacho Aguiló ha descubierto en un ensayo con ratones que el fármaco aragonés contiene dos genes, el ESAT6 y CFP10, que no estaban presentes en la anterior vacuna, algo que supondría una eficacia superior de la MTBVAC que, en definitiva, se traduciría en una mayor protección contra la tuberculosis en millones de niños, adolescentes y adultos. «La vacuna había sido probada en animales y humanos pero no conocíamos su mecanismo de funcionamiento. Gracias a la investigación hemos descubierto que los dos genes, no presentes en la actual, son muy importantes para la estimulación del sistema inmunológico así como una respuesta inmune que protege contra la enfermedad», explicó Nacho Aguiló.
Las conclusiones de la investigación han sido publicadas en «Nature Communications», una revista científica de referencia que hace que el artículo se convierta en un motivo de «gran orgullo» para el invetigador. «Mi objetivo , a parte de mejorar la vida de las personas, es trabajar por publicar. Ver el resultado en una revista de tal prestigio es toda una alegría».
La nueva vacuna en la que está trabajando el grupo de investigación de la Universidad de Zaragoza se está administrando en la actualidad en humanos. Una fase que ha sido posible después de superar una la etapa clínica en Lausana (Suiza). Desde septiembre de 2015, tras sobrepasar con éxito el anterior ensayo, la vacuna MTBVAC se empezó a aplicar a 36 neonatos en Sudáfrica, el país en el que la tasas de enfermo afectados por tuberculosis es mayor. El descubrimiento de los antígenos, permite acelerar el desarrollo clínico en el que la vacuna se encuentra inmersa. Un avance necesario para poder demostrar la eficacia de los anticuerpos, además de su seguridad, tal y como detalló el científico e investigador alcañizano.
Próximos objetivos
La OMS, para alcanzar el objetivo del milenio de erradicar la epidemia en 2050, es «consciente» de la importancia de desarrollar vacunas efectivas para eliminar la tuberculosis pulmonar, la tipología frente a la que no protege el fármaco actual. «Estamos convencidos de que nuestra vacuna puede cumplir el objetivo», afirmó Aguiló esperanzado. Para perseguir esta meta, el grupo de investigación sigue trabajando en el país africano. El próximo paso se centrará en contactar con las autoridades regulatorias de Sudáfrica para proceder a probar la vacuna en un mayor número de pacientes. Así mismo, los científicos aragoneses, trabajan estrechamente con otros distintos grupos internacionales. Actualmente, Nacho Aguiló, espera presentar el nuevo avance en el Foro Global de Vacunas contra la Tuberculosis que se celebrará en Nueva Delhi.