Uno de los pasajes más tristes de la historia de la literatura tiene lugar en el canto XI de la «Odisea», cuando Odiseo (Ulises) viaja al inframundo y se encuentra por sorpresa con Anticlea, su madre. No sabía que había muerto. Llevaba dos décadas sin noticias de su familia: diez años en la guerra de Troya y otros tantos tratando de volver a Itaca, su patria. El comentario de ese episodio es, a su vez, uno de los grandes momentos de: «UNA ODISEA. UN PADRE, UN HIJO, UNA EPOPEYA», el libro del neoyorkino DANIEL MENDELSOHN que Seix Barral acaba de publicar en una inigualable traducción de Ramón Buenaventura. Pero podríamos encontrar más, más pasajes antológicos que repasan casi todos los géneros que, posteriormente, se han dado en la Literatura: la aventura, la fantasía, la acción, el amor, el humor, el terror, los celos, la venganza… Y es que ya en el siglo VIII a de C. un poeta, al que se ha llamado Homero, escribió el libro de los libros: la «novela» Total.
«La Odisea», ese poema que causa admiración e inclina a la reverencia a todo aquel que se aproxima a él, es también el hilo conductor del que se vale el filólogo clásico y crítico literario DANIEL MENDELSOHN para contarnos, en 400 páginas fulgurantes, unas memorias capaces de movernos las entrañas.
El inicio de todo fue un seminario sobre la «Odisea» que el autor iba a dirigir en la Universidad; en él se inscriben una docena de estudiantes de griego y un oyente muy particular: Jay Mendelsohn, su propio padre, un matemático jubilado de 81 años poco amigo de las efusiones sentimentales y al que Ulises no le cae especialmente bien. DANIEL acepta la presencia de su padre, presintiendo que podía ser la última oportunidad de estrechar sus lazos y de comprender su difícil figura.
Durante los meses siguientes, ambos exploran el poema épico, primero en clase, donde Jay insiste en enfrentarse a las interpretaciones de su hijo, y después durante un crucero temático por el Mediterráneo, al terminar el curso, que recrea el famoso viaje narrado por Homero y que desembocará en un desenlace desgarrador.
«UNA ODISEA» es, claro, una odisea casera, al tiempo que un canto a las Humanidades en tiempos de pragmatismo rampante. Mezclando habilmente biografía, crónica de viaje y análisis literario de alto vuelo, a través de los mares helenos y de los secretos familiares, MENDELSOHN amplifica el eco de la «Odisea» y algunos de sus temas eternos, como la edad, la muerte y la identidad. El resultado es un irrepetible libro de memorias: inteligente, brillante, pero también tierno y conmovedor; cautiva tanto su lectura, que se lee tan apasionadamente como una novela. Un viaje, en verdad, en el que merece la pena embarcarse.