El Centro Municipal de Protección Animal de Zaragoza (CMPA) acogió a 199 de los perros rescatados en un criadero ilegal de Maella. Todos los cachorros ya han sido adoptados aunque todavía están disponibles muchos otros animales en el lugar.
¿Cómo están viviendo desde el CMPA la pandemia?
Ha sido complicado. Durante el confinamiento nos mudamos del centro de Peñaflor al nuevo en la Cartuja. Nos vino incluso bien no tener atención al público para gestionar mejor todos los cambios. Sin embargo, como hemos visto, se ha notado durante este periodo (desde marzo) un notable descenso de entrada de animales rescatados. Normalmente de media recogíamos dos perros diarios, y en los últimos meses hemos bajado a dos por semana.
Esto tiene su parte positiva, ¿habría menos abandonos?
Al no poder salir apenas de casa la gente, especialmente durante el confinamiento y la desescalada, lógicamente no se abandonaban tantos animales. Además, ya hemos visto que eran «muy útiles» ya que gracias a ellos muchas personas salían al exterior para pasearlos. Recibimos muchas peticiones en este sentido: querían perros jóvenes, no muy ruidosos, para acogerlos por un tiempo. A estas personas, que lo que querían era «un peluche», no se les ha dado ningún animal. Toda esta situación, a su vez, ha tenido su parte negativa porque hemos sido testigos de un abandono masivo en nuestro país en cuanto han acabado las restricciones.
En julio entraron al centro una gran cantidad de perros de la zona de Maella.
Sí, se trata de las perras y sus cachorros que se encontraban en un criadero ilegal a las afueras de la localidad. Cuando conocimos la noticia quisimos colaborar acogiendo a una gran parte de ellos. En total, unos 199 de los 544 que se pudieron rescatar por parte de la Guardia Civil.
¿Cómo fue la experiencia?
En primer lugar, hay que puntualizar que las madres estaban en muy malas condiciones higiénico-sanitarias, peor que los cachorros porque llevaban más tiempo encerradas. Tuvimos que desparasitar y atender a algunos de ellos. En cuanto llegaron, recibimos un gran número de peticiones de adopción: más de 600. Superaba seis veces la cantidad de animales que tenemos en el centro. Tardamos solo unas pocas horas en cerrar el proceso de solicitudes. Ya están todos los cachorros adoptados. Ha habido mucho trabajo detrás pero lo hemos hecho muy a gusto.
¿Qué va a pasar con las madres, y con el resto de animales que todavía están en el centro?
A pesar de la cantidad de adopciones que ha habido con todos estos cachorros, tenemos que decir que nos da un poco de pena que la gente únicamente se haya interesado por ellos y no por el resto. Las madres ya están en adopción y tenemos un gran número de perros (y también gatos) que también están buscando un hogar y que son muy válidos también. Animamos a la gente a que llame y se interese porque no se arrepentirán de adoptar a alguno de ellos. Ahora mismo estamos abiertos para visitas, aunque con cita previa y por supuesto cumpliendo todas las medidas anti-covid.