Los agricultores de la zona coinciden en que no habían visto un episodio semejante en todos los años que llevan dedicándose al oficio
La ola de calor que ha invadido gran parte de Aragón está poniendo difícil el trabajo de los agricultores del Bajo Aragón Histórico, que están en plena campaña frutícola. Muchas de las frutas tempranas que están a punto de recogerse en este momento están completamente quemadas por las altas temperaturas, que han superado los 40 grados en Comarcas como la del Bajo Aragón-Caspe. Todavía no se han calculado a cuánto ascenderán estas pérdidas, pero ya se habla del 15-20% del total de campaña.
Las que se llevan la peor parte son las que se encuentran en los árboles de menos follaje, ya que no están protegidas por las hojas. Estas son las ciruelas, las peras, los albaricoques y los melocotones. Incluso las almendras y las olivas han tenido afecciones. Estos días los agricultores se han encontrado al llegar al lugar de trabajo que una gran parte de las frutas estaban totalmente negras, abrasadas por el calor, por lo que en lugar de recogerlas, las tiran directamente al suelo.
Algunas otras como la nectarina, el paraguayo y la cereza se han podido salvar porque ya están prácticamente recogidas. «Estamos contentos de que la nectarina (hay muchos campos con este tipo de fruta) haya salido adelante, lamentablemente no podemos decir lo mismo de otros cultivos», afirma el Alcalde de Chiprana, Javier Nicolás.
Chiprana es una de las poblaciones del Bajo Aragón Histórico que recoge más fruta durante la campaña. Únicamente en esta localidad se pueden llegar a recolectar hasta 11 millones de kilos en total. Allí se recoge tanto la cereza como el melocotón (estos los que más kilos abarcan), además de la nectarina, el paraguayo, la pera y el albaricoque.
En Caspe también hay unas cifras elevadas de trabajo durante la campaña. La Asociación de Agricultores calcula que se recogen unos 8-9 millones de kilos anuales, un gran porcentaje de ciruela reina. Su presidente, Vicente Cirac, está preocupado por el precio de venta de la fruta: «La piel de la ciruela se ha quemado, tiene manchas, y esto impedirá una buena salida al mercado y el precio se reducirá, es un importante revés para los agricultores». Se estima que más de la mitad de las ciruelas se han quemado durante la ola de calor, solamente en la zona de Caspe.
«Los cambios de tiempo extremos son como enfermedades para las frutas y frutos que cosechamos, este episodio es muy peligroso para la campaña frutícola, ya estamos viendo pérdidas importantes pero confiamos en que haya sido algo pasajero», opina el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Caspe, Rafael Guardia, «Es muy pronto para evaluar los daños, todavía hace calor y el problema no ha terminado».
Este suceso está obligando a los agricultores a recoger la cosecha lo antes posible para evitar que se contamine el resto del producto, un gasto que también corre a su cargo. Además el calor está afectando a otros productos del territorio.
«En el Bajo Aragón estamos viendo cómo la oliva está cayendo antes de tiempo y que el almendro se está secando, por lo que se generan daños estructurales, lo que en muchos casos obliga a plantarlos», explica David Andreu, secretario provincial de UAGA Teruel.
Los agricultores de la zona coinciden en que no habían visto un episodio semejante en todos los años que llevan dedicándose al oficio. Lo mismo señalan desde la oficina de UAGA de Caspe. Confían en que se trate de un caso aislado y aseguran que la gravedad de esta situación dependerá de la temperaturas de los próximos días.
Desde la AEMET explican que se trata de la ola de calor más extrema de los últimos 40 años. No hay probabilidad de lluvias hasta el fin de semana.
Andorra dice
Pues estos tienen todo el agua que quieren que son unos privilegiados que Andorra no tenemos una gota.
Karl dice
El agua hay que pagarla, y también tenemos restricciones. Igual con el dinero que cobráis por prejubilaciones con 40 años y lo que chupais de la térmica que más contamina de España, podéis pagar nuestra agua