El Ayuntamiento de Caspe ha anunciado de manera oficial la suspensión de sus fiestas patronales de San Roque que celebraba la localidad cada año durante el mes de agosto. Esta decisión, según informan desde el consistorio, se ha tomado bajo la responsabilidad que les corresponde y de acuerdo con todos los grupos políticos, peñas y asociaciones caspolinas.
«Han sido muchos días de incertidumbre, en los que nos hemos visto obligadosa afrontar decisiones muy difíciles con el único objetivo de preservar la seguridad y la salud de los vecinos de Caspe, pero ha llegado el momento de tomar, de nuevo, una decisión que nadie podía imaginar hace unos meses,cuando nos despedíamos de nuestro patrón con la promesa de volver el año próximo», explica la concejal de Festejos, Elise Ventura.
En este momento, señala Ventura, «es impensable organizar unas fiestas populares que se caracterizan por la gran afluencia de personas en nuestras calles, por lo que sería imposible guardar el distanciamiento social, ni respetar las medidas sanitarias que aconseja esta situación excepcional y la salud de la población es nuestra prioridad».
«En nuestro recuerdo, pesaran esos días las imágenes y sonidos que caracterizan nuestras fiestas: la alegría desbordante de las peñas, el estruendo del chupinazo y los cohetes anunciadores, el sonido de charangas y conciertos, el color de las ofrendas, los espectaculares toros de fuego y el olor a pólvora recorriendo nuestras calles y el regocijo de recibir a los visitantes que vienen a disfrutar de nuestras fiestas», afirma la concejal de Festejos.
Desde el Ayuntamiento de Caspe aseguran que las fiestas de su patrón, San Roque, volverán el año próximo «con más ganas que nunca y serán algo más que unas fiestas de verano».
«Esperamos poder celebrar muchas cosas, entre ellas: el regreso a nuestras costumbres, a los abrazos, al contacto humano, a la cercanía sin restricciones y a la normalidad de ser, por fin, nosotros mismos.