El Balneario de Ariño recibe el Premio Empresa 2018 en una concurrida cita
El Balneario de Ariño recibió el Premio Empresa Teruel 2018 en una concurrida gala celebrada ayer en Technopark. Gres Aragón recibió el galardón a la internacionalización; Cofruval el premio a la Trayectoria; y la Fundación Moto Engineering el reconocimiento a la innovación. Conoce en profundidad la historia de las cuatro empresas.
El Balneario, recurso turístico del interior
El Hotel Balneario de Ariño, reconocida como Empresa Teruel 2018 ha conseguido posicionarse en poco más de tres años en el mercado del turismo de salud, un sector maduro, en el que esta joven empresa apuesta y se compromete con el territorio, gracias al aprovechamiento de recursos locales generando empleo directo e indirecto.
Ha puesto en valor la calidad del agua mineromedicinal de Ariño para tratamientos médicos, y ha desarrollado su propia línea de cosmética de salud para la piel con el agua del balneario y los recursos propios del territorio (cereza, trufa, oliva). «Pese a la dificultad para atraer turismo en una zona industrial, dedicada a la minería, desde el Balneario de Ariño hemos realizado un gran esfuerzo para mejorar instalaciones, servicios, accesibilidad, y dar valor a otras ofertas turísticas del entorno», manifestó Pedro Villanueva, director general del Hotel Balneario deAriño, quien enfatizó que «la ilusión por mejorar y la pasión por ofrecer lo mejor a sus clientes» es su motor de crecimiento, avalado también por los trabajadores, a los que considera «parte de su familia».
Las cifras les dan la razón. En la pasada campaña, la segunda, el nivel de ocupación fue del 85% un porcentaje que según el plan de negocio correspondería al octavo ejercicio de explotación. En números se traduce en alrededor de 24.000 pernoctaciones.
En febrero comenzó su tercera temporada con novedades y con una plantilla consolidada. El 84% de empleados son de la comarca, formados para ofrecer un servicio profesional de calidad. Se ha apostado por el empleo para colectivos con más dificultad de inserción laboral como jóvenes sin cualificación y mujeres. Además, el 92% de sus proveedores son de la provincia, por lo que dinamiza la actividad económica local y de la zona.
Numerosos reconocimientos
Varios premios reconocen el modelo de empresa dirigido por Villanueva, nombrado «Ejecutivo de Empresa Turística de Aragón«. «Buscamos las mejores prácticas a nivel internacional y tenemos nuestro propio laboratorio de salud, donde profesionales médicos y fisioterapeutas, buscan mejorar la atención al paciente con nuevas técnicas y aparatología de última generación», director general. Esta filosofía también le ha valido al Hotel Balneario de Ariño para recibir el Premio CEPYME Aragón 2018 y acumular cuatro premios esta temporada.
Desde el comienzo el número de clientes ha ido en aumento y desde la empresa se realizan inversiones para seguir creciendo. En cuanto al alojamiento, este año han inaugurado el complejo de «Las Villas», que amplían y mejoran la oferta para huéspedes, y que se han construido utilizando materiales sostenibles y para una mejor eficiencia energética. Suponen entre 15 y 20 plazas más ya que se trata de dobles habitaciones dobles y triples.
Asimismo, en estos momentos se trabaja para que la población del entorno valore y aproveche un recurso de salud que tiene al alcance de su mano con propuestas y acciones de difusión, para que diferentes colectivos puedan disfrutar de las instalaciones y servicios del Balneario de Ariño. «Queremos que nuestros vecinos y vecinas nos visiten y se beneficien de este recurso de salud. Nuestro equipo se está reuniendo con diferentes colectivos para que nos hagan llegar sus necesidades y ofrecerles una experiencia adaptada y personalizada», comenta Pedro Villanueva.
Apoyo al tejido social bajoaragonés
Dentro de sus compromisos destaca también la relación y colaboración con el tejido social al apoyar y desarrollar conjuntamente proyectos de entidades sin ánimo de lucro desde su línea de Responsabilidad Social Corporativa. Tiene en marcha proyectos con entidades como Apadrina un Olivo, Asindown, Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural- AFAMMER y las Amas de Casa de Ariño. De esta manera, se ha convertido en la primera empresa de turismo de Aragón reconocida con el sello de Responsabilidad Social regional (RSA).
Un equipo de trabajo estable, comprometido con la empresa y sus valores, son el pilar del Balneario. «Sin su pasión el proyecto entraría en recesión. Hemos tenido que hacer frente a numerosas carencias, pero mientras la ilusión nos empuje, el turismo en el Bajo Aragón Histórico tiene largo recorrido, y esa es nuestra apuesta. Teruel es territorio, talento y talante» concluyó Villanueva.
Gres Aragón, apuesta por el mercado internacional
Con 150 empleados y una facturación anual de unos 15 millones de euros, Gres Aragón es una empresa de referencia en el sector cerámico nacional. Cuenta con dos plantas productivas en Alcañiz y una unidad logística en Onda, Castellón, desde donde se distribuyen todos los materiales. Suma 140 empleados y 3.500.000 metros cuadrados de producción anual con más de 1.000 referencias de pieza especial. Tiene en stock el 90% de sus referencias.
Su firme apuesta por la investigación y el desarrollo le permiten ir más allá de ser un producto cerámico común convirtiéndose en creador de soluciones constructivas de calidad, innovadoras y sostenibles medioambientalmente aplicadas tanto al día a día como a usos más específicos.
Gres Aragón consume materias primas propias de la zona y forma parte del grupo Samca en su división de materiales de construcción. Se constituyó en octubre de 1943 bajo el nombre Cañada S.L. Lleva 75 años en activo y en las últimas dos décadas su apuesta por la internacionalización le ha llevado a conquistar mercados de todo el mundo y le ha valido para recibir el premio Empresa Teruel 2018 a la Internacionalización. «Apostamos por aunar competitividad e internacionalización manteniendo un empleo estable y de calidad», dijo el director general, Marco Lahoz, en la entrega de premios.
Gres está presente con venta activa en 74 países y comercialmente en 94. «Diversificamos los mercados objetivo para comercializar nuestros productos. Así llegamos a ser más competitivos porque el mercado nos exige más, evolucionamos más rápido y generamos más inversiones», explica José Manuel Grao, director de Contract e Innovación.
Los objetivos de Gres Aragón son seguir creciendo como motor de la actividad económica del Bajo Aragón que genera inversión en el territorio. El sector cerámico ya está automatizado y digitalizado. «Una de las vertientes en las que vamos a invertir mucho y en la que ya tenemos personal trabajando es en la digitalización. No solo de la producción sino también de todos los procesos de comercialización, desde la web, redes sociales, comercio electrónico…», comenta Lahoz.
Doble reconocimiento
Además, Gres Aragón ha sido la primera empresa del sector cerámico español en recibir un doble reconocimiento de su declaración ambiental de producto, ya que desarrolla piezas 100% reciclables y trabaja con un ciclo productivo que permite la introducción de hasta un 38% de materiales reciclados; un porcentaje que seguirá creciendo en el futuro.
Innovación tecnológica en el mundo de la moto
La Fundación Moto Engineering (MEF) fomenta desde el 2008 el desarrollo tecnológico en el sector del motor y canaliza la innovación, la investigación, los ensayos técnicos y la formación a todos los niveles. Su ubicación en el parque tecnológico Technopark refuerza además sus servicios con medios e instalaciones para todo tipo de tareas de desarrollo e innovación gracias los bancos de potencia para motores, equipos de sensorización, diagnosis o metrología y, por supuesto, la disponibilidad de acceso a las pistas de Motorland para los test.
Por todo ello recibió ayer el Premio Empresa Teruel a la innovación por sus proyectos, productos e ideas innovadoras relevantes y con éxito en el mercado así como la relevancia de MotoStudent, la competición internacional en la que estudiantes de todo el mundo deben demostrar sus habilidades para diseñar, desarrollar y construir una motocicleta de competición. El certamen, que cumple su quinta edición, reunirá en octubre en Motorland a participantes de 74 equipos procedentes de 17 países.
Daniel Urquizu, director gerente, destacó en la recogida del premio que es un proyecto «bonito» y lanzó un mensaje de entusiasmo de cara al futuro. «Con la pasión acabaremos moviendo el mundo», concluyó.
MotoStudent es la principal acción formativa de la Moto Engineering Foundation. La iniciativa permite interconectar universidades y centros formativos de todo el mundo así como conocer los campos en los que trabajan. Las universidades participantes han invertido más de 3,5 millones de euros en I+D+i que han puesto en manos de los más de 3.000 alumnos implicados de forma directa en la competición.
El certamen se desarrolla durante 18 meses en los que los proyectos toman forma. Todo concluye con las definitivas cinco jornadas de evento final, que se celebra en el circuito de velocidad de Motorland.
La Fundación Moto Engineering es mucho más que MotoStudent. Creada en 2008 para fomentar el desarrollo tecnológico en el mundo de la moto y los vehículos en general, canaliza la investigación, los ensayos técnicos y la formación. Cuenta con un equipo humano experimentado en los campos de homologación de vehículos, sistemas y componentes o documentación técnica que ofrecen asesoría en ingeniería o el desarrollo de útiles específicos.
Entre sus hitos están el desarrollo e implantación de sistemas de propulsión eléctrica aplicados a la automoción con la creación del prototipo de Moto3e y la asistencia técnica y el desarrollo de las instalaciones para la construcción de los motores de Moto2 del Campeonato del Mundo de Motociclismo.
Más de medio siglo de Trayectoria con la fruta
Con la filosofía de unificar esfuerzos, un grupo de agricultores decidió, en 1962, fundar la cooperativa San Miguel-Cofruval con sede en Puigmoreno. Fue la mejor manera de canalizar la intensa actividad en torno a la fruta de hueso que desarrollaron los primeros pobladores que comenzaron a llegar cuatro años antes a Valmuel y Puigmoreno, los dos pueblos de colonización de la zona. La idea no era nueva, ya existían en la provincia decenas de cooperativas, pero la vocación de este grupo de agricultores de ambas pedanías quizás sí. Su vocación era seguir conservando la forma de trabajo tradicional a pie de campo y apostar por la paulatina modernización de todos los procesos de manipulado y comercialización de la fruta. Un trabajo que ha cambiado mucho con el paso de las décadas y que valió ayer a la cooperativa para llevarse el Premio a la Trayectoria Empresarial. Su presidente, Carlos Baquero, se mostró muy emocionado durante la recogida del premio, y explicó que la situación de Cofruval es «buena» y que «poco a poco y con el esfuerzo de todos, la cooperativa funciona».
El 65%, melocotón embolsado
Actualmente conforman la empresa sesenta socios. Hasta que se levantó la nave actual, la primera sede fue un corral en la calle Mayor. Todo en las casas giraba en torno a la cooperativa y por eso, los que llegaron de niños tomaron el relevo en una época con muchos cambios.
Fue a mediados de los 80 cuando se modificó el modelo de venta. Se abrieron mercados y hubo que ampliar por la necesidad de instalar cámaras frigoríficas. La producción también ha cambiado. La cooperativa comenzó por la pepita y se fue reciclando hacia otro tipo de cultivos. Actualmente, el 65% de la producción es melocotón embolsado. La cooperativa comercializa varias marcas. Entre ellas, Cofruval, que además está incluida en el Consejo Regulador Denominación de Origen Melocotón de Calanda.
Los tiempos actuales son otros, y hay que competir en mercado nacional e internacional avanzando y modernizando medios pero sin perder de vista lo tradicional.
Este premio a la Trayectoria Empresarial se concibe como un impulso pero, sobre todo, como un reconocimiento a los fundadores y a sus sucesores. A aquellos que han transmitido el trabajo y valores humanos de una entidad con casi sesenta años de historia. A aquellos que aún ahora retirados, siguen siendo socios colaboradores. Nadie concibe la vida en Puigmoreno sin la Cooperativa San Miguel-Cofruval. «Cuando llegué hace cuatro años me sorprendió que esta cooperativa se fundara en 1962 y se haya adaptado a las circunstancias. Ha pasado momentos buenos y malos, y aún queda gente con tanta ilusión en el mundo de la fruta. Los miraba y me llamaba la atención que nadie haya pensado en darles un premio tan merecido», comenta su gerente, Arsenio Rújula.
Creación de valor añadido
La cooperativa no se conforma con ser productora de fruta y por eso asume un rol activo en la creación de valor en la cadena de consumo. Proponen a sus clientes y distribuidores soluciones para el proceso comercial que mejoren la presentación de la fruta y su valor de calidad frente al consumidor. En ese sentido, son una empresa orientada al mercado de consumo, lo que supone que no solo trabajan para ofrecer el mejor producto a clientes y distribuidores, sino que además tratan de entender cada proceso de compra del consumidor final. Ésto va encaminado a encontrar herramientas y acciones tácticas que incorporen valor añadido a la fruta.El mercado es cada vez un espacio más complejo y por eso quieren ser un aliado de sus clientes y distribuidores.
Por eso no es casualidad que la Cooperativa San Miguel fuera pionera en su mercado en implantar el sistema de trazabilidad. Un método que permite, mediante un sistema de identificación de los productos, controlarlos desde el momento de su producción hasta su distribución y posterior venta al consumidor final.
Hace años que entendieron que la tecnología y modernización no están reñidas con la agricultura tradicional. Se trata de saber en qué espacios del proceso el papel clave lo juegan los elementos tradicionales que incorporan calidad al producto final y en cuáles la ventaja se obtiene con la tecnología. Por ello mantienen el cultivo y la recogida como siempre se ha hecho pero incorporaron componentes de última tecnología en los procesos de cuidado y preparación de la fruta.