Ingredientes
1 yogur natural (de 125 gr).
3 huevos.
Harina (3 medidas de yogur).
Azúcar (2 medidas de yogur).
Aceite de oliva (1 medida de yogur).
1 sobre de levadura en polvo (16 gr).
Mantequilla para untar el molde.
200 gr de zanahoria.
30 gr de nueces ligeramente picadas.
1 cucharada de canela en polvo.
Preparación
Lava las zanahorias y rállalas. Reserva.
Vacía el yogur en un pequeño bol para poder utilizar su recipiente desde el primer momento.
Precalienta el horno a 180º durante estos 1o minutos que vas a dedicar aproximadamente a elaborar la masa.
En un bol grande, añade las dos medidas de azúcar y los huevos, y bátelos enérgicamente, mejor con unas varillas o una cuchara.
Añade el aceite y el yogur, y sigue batiendo para que la mezcla quede homogénea, sin grumos. Raya muy finita la piel de medio limón y añádela.
Ahora, sitúa un colador justo encima del bol y ve añadiendo las medidas de levadura y harina, de forma que pasen por el colador. A este proceso se le llama tamizado, y permite que estos ingredientes secos se añadan a la mezcla sin grumos ni apelmazamientos, viene genial para que todo se mezcle bien. Termina de mezclarlo todo, que queden perfectamente integrados todos los ingredientes.
Incorpora la zanahoria rallada, las nueces y la cucharada de canela en polvo, y remueve suavemente.
Forra el molde con papel de horno o úntalo con un poquito de mantequilla, impregnad la base y las paredes, y vierte la masa en el molde.
Coloca la bandeja en el horno, a una altura media, y mantén esa temperatura de 180º durante unos 30-35 minutos. Con ese tiempo las paredes apenas se doran y el interior está más jugoso incluso días después.
Haz la prueba del palillo: pincha con un palillo el bizcocho, y si sale sin restos pegados, es que está listo. Apaga el horno, saca el bizcocho y déjalo reposar al menos 10-15 minutos antes de desmoldarlo