Caspe crea una asociación para gestionar el futuro Centro de Dinamización Rural
La próxima locura de los caspolinos, rehabilitar la Casa Bosque, empieza a coger forma. Tras meses de reuniones, encuentros y algún que otro viaje para conocer iniciativas similares, los impulsores han decidido conformar una asociación para gestionar este futuro y novedoso Centro de Dinamización Rural. «Llevamos mucho tiempo de reuniones y encuentros. Es momento ya de empezar a materializar esas ideas y para ello hemos decidido conformar una asociación», anuncia Ignacio Tello, uno de los caspolinos impulsores. Bajo esta figura jurídica pretenden aunar todas aquellas actividades que se puedan llevar a cabo en este emblemático edificio, aunque reconocen que podría variar a lo largo del tiempo. «Según nos hemos ido informando sería, de momento, la entidad jurídica que por nuestro modelo de proyecto cubre nuestras necesidades. Sin embargo, no tiene por qué ser la definitiva. Si hace falta se variará teniendo en cuenta los pasos que vayamos dando en esta iniciativa pionera en el medio rural aragonés», asegura.
Una vez conformada la asociación, de la que aún queda decidir el nombre, el siguiente paso será llegar a un acuerdo con los propietarios ya que se trata de un inmueble de carácter privado. Descartada ya la compra del edificio debido a su alto coste económico, la opción más factible sería acordar un contrato de cesión a largo plazo. «Los propietarios están abiertos a diferentes alternativas. Una de ellas sería la cesión, aunque hay que estudiarla y pactar las condiciones», asegura Tello. Posteriormente, el objetivo se centraría en llevar a cabo una reforma con la que garantizar la seguridad dentro del edificio, que en la actualidad amenaza derrumbe. Las labores consistirían en el arreglo de la cubierta y el fortalecimiento de los cimientos. Para ello esperan contar con ayudas externas, ya que las cantidades iniciales de inversión serían muy elevadas. «De forma altruista, arquitectos y técnicos estamos realizando mediciones, pero estamos hablando de miles de euros de inversión por lo que somos conscientes de que tendremos que valernos de subvenciones, así como no descartamos iniciar algún proyecto de micromecenazgo. De ahí la prisa, también en contar ya con un órgano gestor», reconoce este caspolino.
El aluvión de ideas y proyectos que albergue este futuro Centro de Dinamización Rural son numerosos aunque aún queda por materializar la mayoría de ellos. Entre los más destacados está el del caspolino Guillermo Ráfales, que se encuentra trabajando en una organización llamada MEDS (Meeting of design student) . Esta entidad se dedica a realizar campos de trabajo cada verano por toda Europa. Ráfales presentó este proyecto a esta organización, que lo acogió con los brazos abiertos y ya se plantea que en verano del 2018 que una veintena de estudiantes de diferentes puntos del continente europeo aterricen durante 10 días en la ciudad del Compromiso para trabajar en parte de la reforma de este emblemático edificio. «Es una de las ideas más atractivas. La verdad es que la respuesta por parte de la ciudadanía y, sobre todo, la gente más joven, está siendo fantástica. Nos sentimos verdaderamente esperanzandos de que este proyecto llegue a buen término», comenta Cristina Ferrer, otra de las impulsoras. Ferrer recuerda que el fin es adecuar de forma provisional en el edificio para empezar a trabajar e ir realizando reformas conforme pase el tiempo. «Al mismo tiempo que se realicen actividades económicas y sociales, se puedan ir haciendo reformas. Estamos hablando de una casa de más de 300 metros cuadrados con muchísimos espacios para oficinas y despachos. La idea es que, finalmente, se pueda autogestionar. No pensamos ni queremos que este edificio se tenga que mantener con fondos públicos», incide.
La Casa Bosque está ubicada en la calle Borrizo. Perteneció desde finales del siglo XIX a la prestigiosa familia Bosque, cuyo miembro más destacado fue el político republicano Rafael Bosque Albiac, que llegó a ejercer el cargo de Gobernador. Años más tarde fue deshabitada y en la actualidad presenta un avanzado estado de deterioro. Este emblemático edificio abrió por última vez sus puertas al público en las Fiestas del Compromiso del 2015. El año pasado los jóvenes que gestionaban, la taberna que se ubicaba en el lugar para medievales decidieron no llevar a cabo ninguna actividad al no poder garantizar la seguridad de los visitantes.