La ciudad indaga y homenajea al autor aragonés a través de sus Jornadas Senderianas, organizadas por la Asociación Amigos del Castillo del Compromiso
Hasta este fin de semana, muchos caspolinos desconocían que el escritor aragonés Ramón J. Sender estuvo residiendo junto a su familia en la Ciudad del Compromiso durante tres años de su vida, concretamente en la Casa Consistorial, hace ya un siglo, desde 1916 hasta 1919. Esto ocurrió porque el padre de familia, José Sender, fue durante ese tiempo el secretario del Ayuntamiento. Estas curiosidades y muchas más sobre el autor de «Réquiem por un campesino español» o «Crónica del Alba» se pudieron descubrir durante las Jornadas Senderianas que han tenido lugar este fin de semana.
Esta interesante iniciativa fue propuesta por la Asociación Amigos del Castillo del Compromiso, con la colaboración del Ayuntamiento de Caspe, y tuvo el objetivo de ahondar en la vida y obra del escritor y realizarle el homenaje «que se merece». Además de sendas charlas de expertos y estudiosos de Ramón J. Sender, las jornadas se clausuraron con la presentación de una nueva placa, que permanecerá en el mismo lugar en el que vivió el escritor junto a su familia.
«Creemos que era necesario este homenaje a uno de los mejores escritores aragoneses del siglo XX, autor de novelas magníficas y, también, periodista comprometido con la Verdad, por dura que sea, y con la justicia social», comentó uno de los representantes de la Asociación, Antonio Espinosa. Además, este evento coincidió con el 35 aniversario de la muerte del escritor oscense.
El colectivo contó en estas jornadas con los mejores estudiosos de su vida y obra; además de su familia; y diseñó junto al Ayuntamiento un interesante programa de actividades, a la altura de la categoría del autor. La inauguración tuvo lugar el pasado viernes por la tarde, y corrió a cargo de del Vicerrector del Campus de Huesca, José Domingo Dueñas, que disertó sobre «La escritura como tabla de salvación». «Se trata de un escritor muy iluminador, y que todavía a día de hoy sigue arrojando luz a las preocupaciones permanentes del ser humano», señaló el vicerrector. Entre otros datos interesantes, Dueñas aseguró que «vivió con enorme intensidad todos los días de su vida y que utilizó la escritura como una forma de recrear su propia vida, como una necesidad biológica para expresarse». Al día siguiente, el Director de Estudios Senderianos, Luis Gómez Caldú, desarrolló una ponencia sobre «Los años decisivos en la vida de Ramón J. Sender». Especialmente, Gómez se centró en los años precedentes a la Guerra Civil, «cuando cogió su fusil para defender la República».
Familiares en el público
Entre el público que acudió a ambas charlas, que fue muy numeroso (e incluso hubo momentos en los que no había asientos y algunas personas escuchaban de pie), se encontraba la sobrina carnal de Sender, la eurodiputada Inés Ayala Sender, junto a otro familiar. Se trata de la hija de su hermana Carmen, quien fue profesora de literatura y escritora.
Para clausurar estas jornadas se hizo un acto de presentación de una nueva placa homenaje hacia el autor, en la entrada de la Casa Consistorial. Entre otras curiosidades mencionadas en esta cita, tanto los estudiosos como los familiares coincidieron con que, a pesar de visitar Caspe únicamente en épocas vacacionales, para Sender la ciudad fue un lugar muy importante, ya que incluso escribió y le dedicó un cuento, ambientado en la misma: «Las brujas del Compromiso». Fue publicado con seudónimo en un diario de Madrid y por él cobro sus primeras 20 pesetas como escritor.