Acaba de finalizar el proceso participativo para elaborar el futuro plan de convivencia de la Comarca
Tres talleres de debate, más de 70 participantes, 27 entidades e instituciones implicadas, 140 aportaciones y más de 8 horas de debate. Estas son algunas de las cifras que describen el intenso proceso participativo que ha durado dos meses, desde el mes de octubre, que ha tenido el objetivo de formar un plan de convivencia en la Comarca del Bajo Aragón-Caspe. La conclusión: el territorio necesita una serie de estrategias para luchar contra un gran número de prejuicios y problemas que hay entre los vecinos, que conviven en una población totalmente multicultural.
«Ha sido un proceso participativo muy enriquecedor, nos ha sorprendido la acogida que ha tenido y la gran diversidad de procedencia, edades y géneros de los asistentes de los distintos talleres y debates», señaló Jesús Isarre, asesor técnico de participación ciudadana del Gobierno de Aragón.
Entre los problemas más destacados y más compartidos por los participantes, se ha criticado «la poca intención de los inmigrantes a sumergirse en la cultura autóctona» (no aprenden el idioma ni las costumbres del lugar) y los falsos rumores o prejuicios entre colectivos. Por ejemplo, está muy extendido el pensamiento de que la campaña agrícola (que atrae cada año a miles de personas, la mayoría extranjeras) crea inseguridad y puede ser peligrosa, o que la población inmigrante se lleva todas las ayudas sociales.
Estrategias
En definitiva, se ha creado un plan que tiene cinco líneas estratégicas para combatir todos esos problemas de convivencia. La primera es acoger de la mejor manera posible a las personas que llegan (con trabajos de asesoría, información, o conocimiento de idioma). También están las de fomentar el conocimiento mutuo entre autóctonos y extranjeros a través de varias iniciativas y espacios de encuentro, actuar frente al racismo y la xenofobia e impulsar las tareas de denuncia y manifestaciones (trabajar la mediación intercultural). Además, se ha concretado que hay que prevenir y desmontar los estereotipos y rumores, fomentar una participación activa de toda la ciudadanía y favorecer la igualdad de oportunidades. Se ha analizado de una forma especial la situación de la mujer inmigrante, que es considerada «la que más dificultades tiene hoy a la hora de integrarse», y se ha resaltado el especial papel de los jóvenes extranjeros «como esperanza de futuro del territorio».
Todos los participantes pudieron valorar todo el proceso participativo. La mayoría ha considerado que ha sido «muy positivo» y que «se sintieron escuchados y cómodos a la hora de expresar ideas». Sin embargo, opinaron que se necesitaría un mayor tiempo para un debate más profundo ya que es «un tema muy importante».
Los encargados coordinar todos estos talleres han sido el área de Servicios Sociales de la Comarca y la empresa consultora Atelier de Ideas, quienes han destacado que ha habido una importante diversidad de orígenes entre los participiantes, que un 65% de los mismos fueron mujeres, y un 18% de ellos jóvenes menores de 30 años.
Ahora serán los técnicos quienes presenten el primer borrador de ese plan de convivencia, que deberá ser aprobado por el gobierno comarcal.