Tras recibir decenas de quejas por parte de los vecinos, el consistorio considera ampliar sus trabajadores en Tesorería
El Ayuntamiento caspolino ha tenido que dar explicaciones sobre la lentitud de algunas gestiones, sobre todo de pagos, después de recibir decenas de quejas por parte de algunos vecinos de la localidad. La teniente de alcalde, Pilar Mustieles, justificó la situación y argumentó la existencia de un «colapso» en el departamento de Intervención y Tesorería, donde la carga de trabajo se ha visto aumentada a causa de una auditoría que la Cámara de Cuetnas está realizando sobre el consistorio.
La portavoz popular en el consistorio caspolino, Ana Cabrero, fue quien formuló una pregunta por la que se instaba al Ejecutivo a dar explicaciones acerca de los retrasos de estos pagos. Entre los casos que dio la concejal popular como ejemplo, está el de los jóvenes que portan cada año los cabezudos en las fiestas de Agosto. La denuncia de estos diez jóvenes se ha hecho pública y viral en las redes sociales en las últimas semanas.
El portavoz de los mismos aseguraba en varios foros de internet que estaban «muy enfadados» por no recibir «la compensación económica que les había prometido el ayuntamiento» en 2016, tras estar varios años realizándolo, y un año después todavía no había llegado.
«En ningún momento realizamos esta actividad por dicha compensación, sino por ilusión desde que éramos pequeños», explicó Alberto Villa, uno de los afectados. «Nos parece una falta de seriedad y de compromiso», opinó. «Por todo ello, hemos decidido no volver a sacar los cabezudos», concluía el joven. Ante esta situación, la primera teniente de Alcalde, Pilar Mustieles, pidió disculpas a todos los afectados y aseguró que todos cobrarán «con toda la seguridad».
La portavoz socialista aseguró que para paliar este problema, que ya lleva prolongándose alrededor de un año, se llevarán a cabo una serie de medidas, como una posible contratación de más personal para acelerar el trabajo del departamento de Tesorería del ayuntamiento. «Se han contratado a un par de personas hasta que se ponga todo en orden y no descartamos ampliar todavía más nuestros recursos humanos», explicó.
Además, en la sesión plenaria, el equipo de gobierno de Caspe también concretó dónde destinará los más de 744.000 euros que le correspondieron a la localidad del Plan Provincial de Concertación Económica de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) de finales de año. Concretamente, esta inversión se utilizará para acometer obras en el Barrio El Plano y en el Convento de los Franciscanos.
El resto de partidos criticaron que esta decisión se tomara sin consultarles previamente. «No nos parece ni ético ni moral esta falta de diálogo que se está teniendo en este ayuntamiento», criticó la portavoz popular, Ana Cabrero.
Por otro lado, el ejecutivo también informó de una reunión que habrá el próximo mes de abril entre las localidades de Mora la Nova y Caspe para llegar a un acuerdo estratégico sobre cómo enfrentarse al problema que están sufriendo ambos municipios con las deficiencias del servicio de ferrocarril.
A unos pasos de la nueva potabilizadora
El Ayuntamiento caspolino ha dado luz verde esta semana al estudio de viabilidad de la nueva potabilizadora, titulado «Mejora del abastecimiento de agua y nueva Estación Potabilizadora (ETAP) para Caspe». Se trata de un paso más para acelerar el proceso y que ha permitido superar uno de los trámites más complicados del mismo.
«Con este trámite ya realizado se podrá avanzar para que Caspe tenga una nueva potabilizadora y podrán iniciarse los trámites para la redacción del anteproyecto», afirma la primera teniente de alcalde, Pilar Mustieles. El paso siguiente será la redacción del proyecto y su aprobación, y por último, sacar a licitación su construcción. La nueva planta de tratamiento de aguas de Caspe verá la luz, previsiblemente, en el año 2019.
Desde febrero ya se tiene el visto bueno para su ubicación, que será en la parte alta de la localidad, en el Polígono El Castillo. El terreno, situado en la parte alta de la localidad, ha sido elegido después de que el consistorio haya realizado una serie de trámites con el INAGA y la DGA.
La potabilizadora permitirá que el agua, captada desde Civán, llegue más limpia y con una calidad mayor a los hogares de los caspolinos.
Con un coste de alrededor de tres millones de euros, la nueva planta tendrá un sistema de ósmosis inversa, que desaliniza el agua y reduce la dureza y la cal, con filtros de carbón que eliminan los pesticidas, sabores y olores.