Empresas, cooperativas, asociaciones agrícolas e instituciones públicas de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe están preocupados ante la situación que se está viviendo en la actual campaña frutícola, que acaba de dar comienzo. No es una temporada de recogida normal como otros años, sino que se ha visto gravemente afectada por la situación que está viviendo toda la sociedad con motivo de la propagación del coronavirus.
Los problemas a los que se enfrentan los principales agentes que están coordinando la presente campaña son los hacinamientos en «infraviviendas», es decir, alojamientos para temporeros en los que se acumulan un gran número de personas; las restricciones del estado de alarma; la necesidad de exigentes medidas de protección en el campo y fuera de él, y la falta de un protocolo determinado para hacer frente a un posible contagio por Covid-19.
Además, muchos son los vecinos que actualmente están denunciando las condiciones en las que los temporeros están conviviendo en estos momentos en las distintas localidades. Algunos de estos trabajadores han sido vistos en la calle, en grupos, sin respetar el distanciamiento social y sin llevar el pertinente material preventivo.
Ya está funcionando el transporte, los alojamientos ya están recibiendo residentes, la repartición de alimentos está en marcha y el servicio de duchas acoge cada día a cientos de temporeros. La preocupación está en cómo actuar ante un posible Covid-19. «No hay unas normas establecidas ni un protocolo claro sobre cómo proceder en este caso», explica el consejero delegado de Servicios Sociales, Florencio Vicente. En este momento se están buscando varios alojamientos libres en el territorio por si ocurriese un contagio y se tuviera que aislar a un trabajador.
«Estamos llevando a cabo las medidas de cada año, pero teniendo en cuenta la crisis que vivimos, ante cualquier síntoma actuaremos y realizaremos test PCR», asegura el coordinador del Centro de Salud de Caspe, Miguel Guiu, quien informa que hasta el momento no han recibido ningún caso alarmante. Serán los propios empresarios los encargados de tomar temperatura y repartir protección para los temporeros (pantallas, mascarillas o guantes, entre otros). Contarán con los «kits» que ha preparado y repartirá en breve la Comarca.