Dos excombatientes protagonizan un homenaje organizado por la Asociación Memoria Histórico Militar Ebro 1938
El Monumento de los «Auts», levantado en 1998 por la Agrupación de Supervivientes de la Quinta del Biberón en el puerto de la carretera de Fayón, en el término municipal de Mequinenza, acogió ayer el acto de conmemoración del 80 aniversario del inicio de la Batalla del Ebro. En él participaron cerca de un centenar de personas entre las que se encontraban dos excombatientes: José Mir Salas, mequinenzano de 98 años, que sirvió en el Ejército Popular de la República y Germán Visús Dies, residente en Fayón de 102 años de edad, perteneciente al Ejército Nacional, que depositaron juntos una corona de laurel a los pies del monumento en homenaje a los caídos.
Las actividades programadas, impulsadas por la Asociación Memoria Histórico Militar Ebro 1938 de Fayón, comenzaron poco antes de las 10.00 con la lectura de unas cartas de un soldado que combatió en Mequinenza, donde hace ahora 80 años las tropas republicanas atravesaron el Ebro para arrebatar territorio a los sublevados, la denominada «bolsa de Mequinenza», con el objetivo de hacerse con el control del Cruce de Gilabert, donde se encontraban las carreteras de Fayón y Fabara.
A continuación dos aviones F-18 del Ala 15 de la Base de Zaragoza realizaron un vuelo rasante, y justo después, se entregó una medalla conmemorativa a cada excombatiente, quienes aprovecharon el encuentro para compartir experiencias con los asistentes al acto, coincidiendo ambos en los «horrores y las atrocidades que vivimos en la Guerra Civil».
En al acto intervinieron también los alcaldes de Mequinenza y Fayón. Magda Godia, alcaldesa mequinenzana, agradecía la invitación a «este acto emotivo y sentido». En su intervención incidía en que cada uno puede tener sus ideas y que tiene que prevalecer el consenso «utilizando la palabra y nunca las armas para solucionar nuestras diferencias», refiriéndose a la leyenda del Monumento de los Auts» en la que puede leerse «A los que perdieron, que fueron todos».
Por su parte el alcalde de Fayón, Roberto Cabistany, recordó que la Batalla del Ebro «fue una de las más sangrientas» y constató «un fracaso como país» de ahí la necesidad de «aprender de nuestros errores». Ambos coincidían en afirmar en que «estos acontecimientos no vuelvan a repetirse».