El Mar de Aragón, símbolo de Caspe y medio de trabajo para muchos empresarios de la zona, vive cada vez una situación más incierta debido al bajo nivel que por segundo año consecutivo presenta en la temporada estival. Actualmente se encuentra al 44,8% de su capacidad. Pero, esta cifra, que podría parecer poco alarmante por ser casi la mitad de llenado, resulta una odisea para quienes viven de él. Se trata de un embalse de grandes dimensiones, por lo que un llenado de menos de la mitad de su capacidad significa que el 50% de sus rampas hayan quedado deshabilitadas. Chiprana cuenta con un acceso al embalse desde su embarcadero y Caspe con otros cuatro (la del Club Náutico, la del Mas de la Punta, la del Camping Lake Caspe y una en la zona conocida como Tamariu). De esas cinco, solo quedan accesibles las tres últimas. Aunque la del Mas de la Punta es cuestión de días que se quede alejada del agua.
Desde Endesa aseguran que los caudales de agua que se sueltan por la presa son «exclusivamente los necesarios para mantener el caudal ecológico de Tortosa y las servidumbres de los regantes y que está, además, aprobado por el Organismo de la Cuenca del Ebro». No obstante, esta situación afecta a multitud de empresas del territorio que viven del turismo de pesca o de otras actividades náuticas.
Una de ellas es Río Caspe Aventura, regentada por Eduardo Catalán, quien asegura que están viviendo «una odisea». «Hemos encadenado dos años de pandemia con dos años de sequía en el pantano, lo cual significa cuatro años seguidos de suspensión de actividades náuticas». Este empresario se ha visto obligado a reducir su oferta turística y a tener menos reservas de colegios, campamentos y otros visitantes. Ante la mala situación en el Mar de Aragón por segundo año consecutivo, decidió trasladar su equipamiento hasta la Estanca de Alcañiz «para salvar esta temporada». Aunque eso también le supone un gasto mayor en transporte y personal. «Al final muchas empresas van a desaparecer, porque nunca se ayuda al sector del turismo activo en Aragón más allá del Pirineo», sentencia Catalán.

Hemos encadenado dos años de pandemia con dos años de sequía en el pantano, lo cual significa cuatro años seguidos de suspensión de actividades náuticas.
Eduardo Catalán. Río Caspe Aventura
Turismo de pesca
Que no se puedan botar embarcaciones al agua supone que el turismo de pesca del Mar de Aragón decida apostar por otras zonas para realizar esta práctica, con multitudes de consecuencias negativas económicas para Caspe y Chiprana.
Es el caso de la tienda de artículos de pesca Caspe Fishing Shop. «Si no hay un nivel necesario para sacar las embarcaciones, vienen muchos menos turistas. A nosotros nos afecta porque hacemos muchas menos ventas. Y nos dedicamos exclusivamente a los artículos de pesca», indica Mikel de Diego, propietario del negocio. No obstante, este empresario lamenta que también esta situación repercuta en el comercio local en general, pues «estos turistas cuando vienen hacen gasto en muchos otros sitios, farmacias, supermercados, tiendas de ropa…»

Si no hay un nivel necesario para sacar las embarcaciones, vienen muchos menos turistas. A nosotros nos afecta porque hacemos muchas menos ventas. Y nos dedicamos exclusivamente a los artículos de pesca.
Mikel de Diego. Caspe Fishing Shop
A este respecto, Peter Van Schaick también está percibiendo notablemente el rechazo de los turistas a pescar en la zona. Van Schaick regenta la empresa Catfishing Camp Caspe en la que ofrece alojamiento y alquiler de embarcaciones: «Ya se nota menos afluencia, pero este año si había reservas hechas aún se han mantenido. Creo que será peor el año que viene, cuando ya conozcan la situación y los turistas no quieran venir». Anualmente suele tener más de 100 reservas y gran parte de ellas son durante la época estival. Este empresario utilizaba la rampa del Club Náutico, pero esta se encuentra deshabilitada desde hace unos meses, por lo que transporta a sus inquilinos hasta otros puntos de acceso al pantano, «pero eso no es cómodo para el visitante y a nosotros nos supone más gasto», subraya.

Ya se nota menos afluencia, pero este año si había reservas hechas aún se han mantenido. Creo que será peor el año que viene, cuando ya conozcan la situación y los turistas no quieran venir.
Peter Van Schaick. Catfishing Camp Caspe
El Camping Lake Caspe es el único que se salva de esta situación, puesto que año tras año ha ido alargando su rampa para que siga siendo accesible. Esta práctica no siempre es una solución, pues algunas otras zonas no lo permiten por las cantidades de lodo. No obstante, a José Manuel Ferrero y a María del Salz, propietarios del alojamiento, tampoco les beneficia la situación: «Que nosotros estemos menos mal no significa que estemos bien. Lo ideal para atraer turismo sería que hubiera aquí un gran ambiente turístico y una gran oferta. Además, el aspecto del embalse tan seco no resulta nada atractivo». Aún así, hacen una crítica a la gestión del agua en el embalse: «Garantizar una cota mínima sería fundamental. Nuestras autoridades, a todos los niveles, pueden y deben garantizar el agua para que actividades como la agricultura, las granjas y el turismo que operan en la cola del embalse no se resientan».

Lo ideal para atraer turismo sería que hubiera aquí un gran ambiente turístico y una gran oferta. Además, el aspecto del embalse tan seco no resulta nada atractivo.
José Manuel Ferrero y María del Salz. Camping Lake Caspe
Más allá de los alojamientos que reciben una cancelación tras otra, tanto en Caspe como en Chiprana, también se están viendo afectados los negocios de reparación de embarcaciones, como es el caso de Náutica Fontoba. «Si las barcas no pueden salir al agua y ponerse en marcha nadie las quiere poner a punto para la temporada ni necesitan ser reparadas», explica Octavio Fontoba, dueño de la empresa. Fontoba reconoce que en este último año ha perdido alrededor de un 80% de su trabajo orientado con la pesca por la escasez de esta actividad en la zona.

Si las barcas no pueden salir al agua y ponerse en marcha, nadie las quiere poner a punto para la temporada ni necesitan ser reparadas.
Octavio Fontoba. Náutica Fontoba.
Competiciones deportivas
La sequía que sufre el Mar de Aragón va más allá y también repercute en la celebración de competiciones deportivas de modalidades de pesca. Un ejemplo de ello es la modificación del Mundial de Pesca y Casting de 2023 que se iba a celebrar en esta zona en septiembre y, finalmente, se va a tener que trasladar a Fayón, en el pantano de Ribarroja, donde sí que pueden mantener un caudal estable. Por otro lado, anualmente se suelen celebrar diversas competiciones de la modalidad Bass, organizadas por la asociación deportiva Caspe Bass. «Las más cercanas ya las hemos suspendido y con las próximas seguramente pasará lo mismo», lamenta Mikel de Diego, también presidente de este club.
«Está claro que esta situación supone grandes pérdidas económicas para Caspe y el territorio. Estamos muy preocupados, por lo que queremos reunirnos con la CHE y con el Gobierno de Aragón para encontrar una solución», confirmó Ana Jarque, alcaldesa de Caspe.
El nuevo ayuntamiento y la nueva comarca conseguirán que el nivel no baje manteniendo la lámina de agua constante, no se preocupen que ya mismo empieza a subir
si por que da pena verlo hasta me da mucha pena y tristeza
Estoy convencido de que Endesa, igual que Iberdrola, no ha estado vacíando los embalses para vender la energía hidroeléctrica a precio de la producida por gas.
Estoy convencido de ello porque eso habría puesto en peligro el acceso al agua de boca y al agua de riego, y eso es algo que serían incapaces de hacer por sacar unos cuantos euros más.
pues te equivocas, la pela es la pela
oleee! comentario del año
es de una belleza incalculable.he venido expresamente de barcelona y me he quedado con depresión de ver el nivel del embalse
caspe necesita el agua para su encanto idílico y turístico ya.