Las localidades de Fayón y Fabara, pertenecientes al Bajo Aragón-Caspe/Baix Aragó-Casp, se han unido a municipios de otras Comarcas como la Terra Alta, Ribera d’Ebre, Priorat y Baix Camp, para compartir reivindicaciones acerca del estado y futuro de la R-15.
Esta línea de ferrocarril, que transcurre desde Zaragoza a Barcelona (pasando por Caspe, Mora la Nova y Reus) y hace parada en todos estos territorios, está siendo muy criticada por los mismos por las pésimas condiciones de sus servicios.
Los alcaldes de dichas comarcas aragonesas y catalanas se reunieron el pasado 3 de febrero en el Ayuntamiento de Mora la Nova para firmar una declaración en común que han enviado a las principales instituciones autonómicas, y dirigiéndose además al gobierno central. Un documento en el que aseguran que esta vía férrea es «una infraestructura básica para el territorio, imprescindible para poder desarrollar cualquier proyecto futuro en la zona y no quedar aislados por falta de transportes dignos y eficientes».
Los representantes municipales aseguraron que el tren ha sido siempre un medio de comunicación vital para el territorio en otras épocas, y que últimamente «está situándose como el medio de transporte público imprescindible y líder en la lucha para evitar la congestión viaria en las grandes ciudades y contra la contaminación ambiental y el cambio climático».
Por ello, no quieren continuar viendo cómo se degrada cada día, y más teniendo en cuenta, critican, que otros territorios están accediendo en este momento a líneas de alta velocidad «que les dan un plus de competitividad».
Frente al despoblamiento y la falta de oportunidades que amenazan a las comarcas de los pueblos de interior como estas, los alcaldes recuerdan que el ferrocarril con prestaciones se presenta como «una herramienta vital para que la gente pueda establecerse en el territorio y facilitar la igualdad de oportunidades a los residentes».
Por todo lo expuesto, los alcaldes firmantes han exigido al estado español y a sus gobiernos autonómicos que no se abandone la línea R-15 y se la dote de las inversiones necesarias para convertirla en una herramienta útil y competitiva para la movilidad de los habitantes del territorio que vertebra.
Esto se ha pedido a través de nueve exigencias o puntos, entre los que se encuentran la eliminación de limitaciones temporales de velocidad, habilitar trenes semidirectos para reducir tiempos, valorar nuevas paradas en estaciones pequeñas y surpimir las innecesarias, construir la nueva estación de Tarragona entre la R-15 y R-16 y mejorar su conexión con el aeropuerto, reabrir las taquillas cerradas y dotarlas de personal, convertir la estación de Mora la Nova en intermodal, y seguir impulsando el proyecto del tren turístico «El Caspolino», como proyecto vital para el territorio.