Tras 66 años ligada al cuidado de sus ovejas, la ganadera y pastora caspolina Herminia Lasheras recibió recientemente el premio a la Biodiversidad de este año de parte de la Cooperativa OviAragón por su labor con el ganado.
La historia de Herminia Lasheras con el pastoreo se remonta a «los meses en los que estuvo en el vientre de su madre», como Lasheras explica risueña. Ella es la cuarta generación de ganaderos pastores de su familia y lleva en la sangre el cuidado del ganado ovino. Tanto que, incluso a veces, al observarlas, ya intuye qué le pasa a cada una de sus ovejas. Este es un trabajo que requiere su atención los 365 días al año, lo cual lo hace muy sacrificado.
Pero lo es aún más para las mujeres: «En mi generación no estábamos tan acostumbrados a que la pareja fuera tan implicada como nosotras en las tareas del hogar o del cuidado de los niños. Por tanto a mí me tocaba hacer doble trabajo. Por un lado el día a día con las ovejas, a las cuales he dedicado siempre muchas horas. Y, por otro lado, el mantenimiento de mi casa y la educación de mis hijos, aunque en esto último me ayudaban mucho los familiares y vecinos». En su trabajo con las ovejas, Lasheras cuenta además con el apoyo de Red Ganadera Caspe y de la Junta Local de Ganaderos, dos entidades de las que forma parte.
Situación del sector ganadero
Ante todo ello, la ganadera a sus 66 años hace un análisis del futuro que le depara al sector y destaca la falta de relevo: «A mí me gusta ser optimista, pero veo que no hay relevo generacional. Y eso se debe a que es una profesión que no está bien remunerada para todo el sacrificio que requiere. Mi hija, por ejemplo, en su trabajo tiene guardias, pero sabe que tendrá algunos fines de semana libres. Yo no tengo nunca ningún fin de semana libre. Y para cogerme unos días tengo que invertir en mis ovejas tres veces más de lo que gastaría estando con ellas», sentenció Lasheras.
Gracias al trabajo de los pastores, llevando al ganado al campo y cuidándolo, se consigue mantener también la biodiversidad del entorno, pues las ovejas se comen el pasto y el forraje que ya no sirve y reproducen así a sus crías. Además, eliminando esa vegetación, se reducen también los incendios. Por todo ello, la ganadera caspolina recibió el premio a la Biodiversidad 2023. «Siempre es muy gratificante que se reconozca el trabajo, sobre todo, cuando son ya tantos años, tanta dedicación y la gran inversión que este sector requiere», señaló emocionada la ganadera.
Pero, pese a todo ello, Herminia Lasheras también se muestra crítica con la situación que vive el sector. «El Gobierno debería ayudar a la ganadería, sin esperar a que se caiga. Porque cuando falte el ganado, se darán cuenta de la labor que hacía y entonces será mucho más difícil recuperar el sector», aseguró convencida Lasheras acerca del primer eslabón en la cadena de producción alimenticia.
muchas felicidades y enhorabuena por tu cran trabajo 👍 desarrollado durante tu vida laboral 👏 saludos cordiales Abril 😉 👍