Los vecinos se muestran intranquilos y critican estar desinformados sobre los asaltos que ha habido en la localidad los últimos meses
Algunos pasos en la lejanía, unos ladridos, o el brusco cierre de la verja de un comercio y de la puerta de algún bar. Eso es lo que se escucha a las seis de la tarde un miércoles cualquiera en la localidad de Fabara. Ya es de noche y muchas casas tienen encendidas sus luces. Destaca alguna decoración de navidad entre las calles, y especialmente una luz azul en movimiento que viene y va, se para y desaparece. Pertenece a un coche de la Guardia Civil, que patrulla cada día como acostumbra a hacer durante las últimas semanas.
«Ahora se les ve mucho más que antes, será por las noticias de nuestro pueblo, todo el mundo ya sabe qué nos está pasando», comenta una vecina, algo angustiada. Uno de los más de diez asaltos sucedidos durante este año 2018 en varios edificios municipales y domicilios privados fue en su propia calle.
Gracias a medios de comunicación locales, autonómicos y también nacionales, la situación de este municipio es conocida por muchos. Especialmente por el último episodio vivido, acontecido en la propia vivienda del Alcalde de Fabara, Francisco Domenech, quien también es presidente de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe. Varias personas entraron en su domicilio , ubicado en el centro del municipio, y se llevaron varios objetos de valor, dinero en metálico, y de tres series de un número de la lotería de Navidad (el 72089), que él mismo había comprado para repartir entre los trabajadores municipales y concejales. Se llevaron todos los boletos excepto una de las series.
«No debemos perder la calma y tenemos que ser lo más cuidadosos posible con dejar puertas abiertas u objetos de valor a la vista, hay que confiar en el trabajo de la Guardia Civil», asegura el Alcalde.
En el resto de viviendas privadas se han llevado también objetos de valor, joyas y dinero que encontraban, dejando cuantiosos daños materiales a su paso. En cuanto a los edificios municipales, han entrado en el Centro de Día, donde se ubica el Hogar del Jubilado, donde se llevaron la recaudación del bar y de alguna máquina de café. En total unos 300 euros. También han asaltado las piscinas municipales y varios bares donde han cogido el dinero de las tragaperras.
Malestar e incertidumbre
La preocupación, el miedo y el malestar está instalándose en los fabaroles, que no se sienten seguros en los últimos meses. «Tenemos miedo de que nos entren en casa cuando estamos fuera y sobre todo cuando estamos durmiendo, porque suele suceder por la noche», comenta uno de los vecinos afectados. «Lo que peor llevamos es la desinformación, nadie nos dice quienes son ni qué debemos hacer».
Los rumores de que se trata de personas de la localidad son cada vez más constantes, aunque muchos otros apuestan por un grupo organizado. «Ha habido varios robos que se han hecho de una forma como «más profesional», sin romper nada, ni siquiera la cerradura, y en otros casos se ha hecho de una forma más bruta, como si fueran personas que no acostumbran a hacerlo», opina otro vecino en un bar.
Por su parte, la Guardia Civil de Caspe ha informado de que se encuentra en plena investigación y que ya se ha detenido a uno de los implicados, menor de edad. Además, hay varios sospechosos en estos momentos. Según fuentes oficiales, se trataría de un grupo pequeño de personas, que no trabaja de forma organizada, y que estudia a los vecinos para asegurarse de entrar en las viviendas en el momento en el que están vacías, y suelen hacerlo forzando ventanas o puertas. Allí, sin provocar importantes daños materiales, se llevan objetos de valor y sobre todo dinero.