Una persona ha sido investigada en Escatrón, como el presunto autor de un delito de maltrato animal, por abandonar a sus nueve perros a la intemperie en una vivienda de su propiedad. Las malas condiciones higiénico sanitarias, con falta de agua y alimentación y sin ningún tipo de resguardo ante las inclemencias meteorológicas llevaron a los animales al canibalismo, ocasionando la muerte de uno de los canes. Los especialistas del Seprona de la Guardia Civil de Caspe localizaron el cadáver del perro en un matorral a unos 5 kilómetros del inmueble, donde había sido agredido.
Los agentes recibieron unas imágenes en febrero en las que se observaba cómo un perro estaba siendo devorado por otros canes en el interior de un inmueble en aparente estado de abandono. De inmediato, se inició una investigación y tras el visionado de las imágenes se pudo determinar que estos hechos habrían ocurrido en Escatrón. Con la colaboración de un agente de seguridad ciudadana de dicha población, se logró ubicar el lugar exacto donde se produjeron.
De las gestiones realizadas, se logró obtener la identidad del propietario de la vivienda abandonada y llevar a cabo una inspección en ese lugar. Allí fueron localizados otros ocho perros en condiciones deplorables.
Una vez obtenidos los informes periciales que evidenciaban estos hechos, el pasado miércoles 17 de mayo se procedió a la investigación del propietario de los canes por un presunto delito de maltrato animal. El resto de animales que se encontraban en el inmueble fueron trasladados a un lugar facilitado por el Ayuntamiento de Escatrón para ser atendidos.
Otros dos investigados en La Muela y Zaragoza
La Guardia Civil también esclareció durante la pasada semana otros dos delitos de maltrato de animales domésticos en la provincia de Zaragoza, en las localidades de La Muela y en la misma capital.
En el caso de La Muela, se investigó a una persona que habría arrojado el cadáver de una hembra adulta de la raza Dogo Argentin, en el interior de una bolsa, a un pozo. El esclarecimiento de este maltrato fue posible tras el análisis de la toma de muestras de ADN al animal.
La Guardia Civil de Casetas tuvo conocimiento del suceso a raíz de un aviso de un Agente de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón. Una vez en el lugar, los especialistas del Seprona, con el apoyo del APN, extrajeron la bolsa y localizaron en su interior el cuerpo del animal, visiblemente desnutrido y con una grave herida en el costado. El animal carecía de microchip de identificación por lo que se le extrajeron in situ muestras de epiteliales bucales para su identificación genética.
A continuación, el Seprona realizó varias gestiones por el municipio y localizó varios animales, de la misma raza y similares características, a los que se les tomaron muestras de epiteliales con la finalidad de obtener sus perfiles genéticos para poder cotejarlos con el extraído al animal fallecido y determinar si existía relación de parentesco. Además, en la necropsia realizada al cadáver del can, llevada a cabo en el Laboratorio de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, se determinó que el perro presentaba lesiones correspondientes a un animal caquéctico (desnutrición severa), en avanzado estado de autolisis causada por tal desnutrición, además de haber sido víctima de mordeduras por su congéneres con los que compartía espacio.
Tras los resultados genéticos del Laboratorio de Medioambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, se determinó que dos de los animales investigados pertenecían a la misma camada e incluso se localizó a la madre del hallado muerto. Todo ello permitió que el pasado miércoles la Guardia Civil localizara e investigara al responsable de estos hechos en La Muela.
En el caso de Zaragoza, se investigó a una persona que habría abandonado a un Bulldog inglés, macho y que presentaba las orejas cortadas, que presentaba la enfermedad parasitaria de Leishmaniasis y un edema en la córnea. Un ciudadano localizó al animal en una calle de la ciudad y dio aviso a Policía Local el pasado 12 de marzo.
El Seprona de Zaragoza, tras recibir una comunicación del Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de esta ciudad, verificó el microchip del perro y trató de localizar a su propietario, pero no fue posible. El can fue atendido en el Centro de Protección Animal y en un hospital veterinario. Allí se determinó que estaba enfermo. Además, no se encontraba vacunado contra la rabia.
La situación del perro era tal que si no hubiese sido atendido habría fallecido, según indicó el Seprona. De la investigación llevada a cabo por esta entidad se logró localizar al propietario de este Bulldog, con residencia en Zaragoza. Este vecino fue investigado el pasado viernes.