El actual alcalde socialista de la Ciudad del Compromiso acaba de anunciar que no volverá a presentarse a las próximas elecciones municipales por motivos personales
El actual alcalde de Caspe, Jesús Senante Macipe, acaba de anunciar que no se presentará en las próximas elecciones municipales de la ciudad después de 8 años en la vida política caspolina. Senante nació en 1952 en la localidad bajoaragonesa de Castelserás. En el 78 llegó a la Ciudad del Compromiso, donde ha vivido desde entonces con su familia. Ha sido conocido por sus vecinos por ejercer como farmacéutico casi 40 años, además de como especialista en el centro de salud de Caspe. Después de 4 años como concejal y 4 como alcalde se retira de la vida política, al menos, de manera visible.
¿Por qué se retira de la política?
No ha sido una decisión repentina sino algo muy meditado y dialogado sobre todo con gente de mi entorno y en especial mi familia, a los que he pedido su opinión. He decidido retirarme porque ya tengo 66 años y creo que ya era el momento de hacerlo. Quiero dedicarme a mi mujer, a mis hijos y a mis nietos, y disfrutar de lo que la vida me plantee.
Venía del ámbito sanitario y farmacéutico, pero no le costó adaptarse a la política.
Nací en Castelserás pero he vivido la mayor parte de mi vida en Caspe, es como si hubiese nacido aquí. La verdad es que cuando llegué a Caspe con 26 años no pensaba que podría acabar en política, pero así ha sido. He estado 38 años dedicándome a la farmacia y a la sanidad como especialista de análisis clínicos. Los últimos años compatibilicé todo esto con mis responsabilidades como concejal de Urbanismo, ya que decidí unirme a las filas del alcalde socialista Florencio Repollés en 2011, al que sustituí como alcalde en funciones unos meses. Hasta que mi hija me relevó en la farmacia no decidí dedicarme a la política totalmente y presentarme como candidato a la alcaldía. Fue algo gradual y no me costó mucho adaptarme.
¿Qué ha sido lo mejor de estos años como alcalde? Un momento en particular que recuerde de forma especial.
Cuando salí elegido como alcalde en las elecciones de 2015, estábamos atentos a los últimos recuentos y anunciaron que ganábamos con mayoría absoluta, me llevé una gran alegría, y también la toma de posesión, nunca se me olvidará. También recuerdo especialmente cuando estuve sustituyendo a Florencio Repollés como alcalde en funciones, llevando unos meses en el cargo, tuve que coordinar los actos de la Conmemoración del Compromiso de Caspe, ni más ni menos que la celebración de los 600 años. Fue uno de los momentos más importantes y más especiales para mí y seguramente para todos los caspolinos. Fue una gran responsabilidad y creo que salió todo perfecto. También el comienzo de las fiestas, las celebraciones y eventos… han sido muy agradables.
¿Y lo peor?
El momento más duro fue sin duda cuando conocimos el caso de los niños que padecían la Enfermedad de Distrofia Muscular Duchenne en la localidad. Como farmacéutico sabía muy bien de lo que estábamos hablando. Esta familia llevaba mucho tiempo de lucha para acceder al tratamiento, mientras la enfermedad seguía a su paso. Estuvimos trabajando para conseguir que el Gobierno de Aragón autorizara la administración del fármaco a los pequeños. Al final lo logramos. Pasamos del momento más triste al más alegre de la legislatura.
Habrá tenido que asistir a todos los eventos que se organizaban en la ciudad.
Como alcalde he tenido que acudir a todos ellos, que han sido muchos teniendo en cuenta la gran actividad social y cultural de la que gozamos en esta localidad. He intentado asistir a todo, y si no he podido al menos al 90% he ido porque creo que era mi obligación y además porque me gusta. Me ha gustado mucho recorrer la ciudad palmo a palmo, escuchar a la gente, compartir experiencias e inquietudes… He conocido más de cerca el funcionamiento de asociaciones y agrupaciones. Y algo que he aprendido a raíz de todo esto es que he descubierto que el Ayuntamiento de Caspe funciona muy bien, que se trabaja mucho y que hay gente muy competente en él.
¿Cómo ha sido el ambiente en el Ayuntamiento, con sus compañeros de la corporación municipal?
Ha sido maravilloso. Hemos formado un gran grupo, ya no solo como compañeros, hemos sido como una familia. Hemos comido y cenado muchas veces juntos, hablábamos prácticamente a diario… No hemos sido un grupo político al uso. Y lo importante es que hemos ido todos a una. En estos 4 años tengo que decir que todos ellos han trabajado muchísimo, todo lo que se ha conseguido en este pueblo estos años ha sido mérito de ellos. Estoy agradecidísimo a todos ellos: a Pilar, a Josema, a Ana, a Alicia, a Carmen y a Elise, que me hayan ayudado durante este tiempo.
¿Y su relación con trabajadores del consistorio y vecinos?
Creo que ha sido excelente. Ha habido algunos problemas pero como ocurre en todos los ayuntamientos. Lo único que hemos hecho es trabajar por los intereses de los ciudadanos y creo que se ha visto. No hemos vivido ningún momento desagradable, es normal que la gente viniese a algún pleno a mostrar su malestar por alguna cuestión, pero nada grave.
¿Cuál diría que es el proyecto que más define su paso por el Ayuntamiento, del que se siente más orgulloso?
Ha habido cuatro grandes patas en esta legislatura. La primera ha sido el proyecto de la planta potabilizadora debido a la baja calidad de nuestro agua. Cuando estábamos en el gobierno en 2012 ya se mandó elaborar un estudio previo, cuando llegué al gobierno trabajamos mucho y buscamos financiación en Zaragoza, en Madrid y hasta en Bruselas. Después de muchos problemas y trabas que se han solucionado solo quedan unos pocos trámites para que salga adelante, antes de 2020. Otro de los retos ha sido cambiar las luminarias de toda la ciudad, y al final hemos conseguido que con nuestra propia financiación que salga adelante el proyecto, que está en la pista de salida. Otra pata importante es la Estación Intermodal, nos hemos reunido con Adif y desde julio de 2018 tenemos un convenio pendiente. El cuarto tema fundamental es el Puerto Seco o Terminal Marítima.
Este último proyecto sería un importante revulsivo económico.
Así es. Esta iniciativa fue impulsada por la Asociación de Pequeños Empresarios de Caspe y Comarca (APECC) y nosotros lo vimos como algo muy interesante. Lo llevamos al Gobierno de Aragón para que se estudiase, hemos hablado con el Instituto Aragonés de Fomento, con la Consejera de Economía Marta Gastón, con el Puerto de Tarragona, con empresas de Caspe y de fuera… Esto está muy avanzado. No queremos vender humo, es una realidad. Estoy convencido de que de aquí a muy poco tiempo se firmarán los contratos y empezaremos a ver llegar empresas a nuestra ciudad. Va a ser algo fundamental.
¿En qué diría que habría que trabajar primero para mejorar Caspe?
Faltan muchas cosas todavía por mejorar. Una de mis grandes preocupaciones era el paro y como revertir la situación actual, que ya sabemos que se necesita más trabajo. Hemos intentado buscar empresas que quieran instalarse en nuestra zona pero me temo que hasta que no se lleve a cabo el proyecto del Puerto Seco no las vamos a ver. Nuestra distancia con la autopista es un problema que no tienen localidades como Fraga o Bujaraloz. Por eso debemos apostar por el transporte ferroviario. También es importante trabajar más en la concordia entre habitantes de la ciudad. Sabemos el gran volumen de inmigración que tenemos, son más de 3.000 personas de las casi 10.000 de población, de 56 nacionalidades diferentes. Tenemos que encontrar un nexo de unión para el futuro.
¿Cómo se podría lograr?
Trabajando en políticas de educación sobre todo, apostando por los más jóvenes que ya se están adaptando desde los centros de enseñanza con los que contamos. La concejalía de Participación Ciudadana está muy involucrada en todo este tema y ya ha realizado algunas iniciativas al respecto. Tenemos que conseguir vivir todos con paz y tranquilidad.
La despoblación también es un problema acuciante en la zona.
Es el más alarmante. En 2016 bajó nuestra población en 410 personas, pero a partir de 2018 estamos notando una leve subida, no nos estamos despoblando pero no vamos a mejor. Deberíamos empezar a trabajar en mantener a los jóvenes aquí para que quieran desarrollarse como trabajadores en su ciudad natal. También conseguir que médicos y profesionales de todos los ámbitos se asienten y formen sus familias. Tenemos que convencerles del potencial que tenemos.
¿Y ahora qué hará el séptimo alcalde democrático de Caspe?
Creo que hemos dejado una ciudad muy bien formada, sin problemas económicos ni deudas, con proyectos encauzados, y estoy seguro de que en unos años veremos una evolución muy positiva gracias a todo esto. Quiero agradecer a esas 1.844 personas que me votaron en las elecciones de 2015 para ser alcalde. Me alegro haber trabajado para ellos y para todos los ciudadanos. Me han dado mucho cariño, problemas también han habido pero hemos intentado hacer lo mejor por esta ciudad. Pido perdón si alguien no se ha sentido tratado como él querría, pero no ha sido queriendo. Quiero agradecer a los caspolinos que me hayan dejado trabajar por esta ciudad, que la siento como mía. Llevo trabajando desde hace 40 años y ahora se avecina una etapa muy distinta, todavía no sé a qué dedicaré mi tiempo, solo puedo decir que seguiré apoyando a mi partido.