El empresario maellano Jorge Viver, afincado en China, ha puesto en marcha una fábrica de mascarillas FFP2 en La Muela (European Mask Factory), con la que ha querido hacer su contribución especial a la batalla contra el covid
Resides en China desde hace algunos años, concretamente en la localidad de Dongguan. ¿Por qué decidiste emigrar allí?
Tiene 8 millones de habitantes aunque para este país estaríamos hablando de una ciudad pequeña. Empecé a vivir aquí en 2003, estuve años antes (con veintipocos) y me impresionó. Vi allí una oportunidad de futuro y me animé a ir. Siempre he sido muy aventurero.
¿Cuál es tu relación con Maella, vienes mucho por el territorio?
Mis padres nacieron allí, tengo amigos y familia por lo que intento visitar el pueblo todo lo que puedo. Todavía no he ido desde que comenzó todo esto, pero espero que pronto pueda. Tengo gratos recuerdos allí y a mis hijos les encanta.
La pandemia se originó en China, ¿cómo has vivido todo el proceso?
Todo arrancó en enero, a mí me pilló viajando. Cuando cerraron fronteras y estalló el Estado de Alarma en China estaba con mi familia en EEUU. Fue el último vuelo que había desde allí hasta Hong Kong. Recordamos esa llegada como algo surrealista: el escenario parecía de película, al estilo ‘Encuentros en la primera fase’. Era un país absolutamente militarizado, lleno de tiendas de campaña, ambulancias, luces y focos… Controlando todos los movimientos de la gente. Ahora la verdad es que está la situación muy tranquila aquí porque la normativa ha sido muy restrictiva, nuestro confinamiento no se ha parecido nada al de España, era mucho más rígido, y la gente ha sido muy respetuosa con las normas.
Háblanos de tu proyecto European Mask Factory (EMF), una empresa con la que ha querido hacersu contribución a la batalla contra esta pandemia.
Estábamos informándonos en China de cómo se vivía la crisis sanitaria en España, hablábamos con gente de allí y nos dimos cuenta de que había una falta evidente de mascarillas y material EPI. Nuestra empresa en China empezó a suministrar con lo que se pudo. Junto a unos amigos empresarios de Tudela decidimos abrir una fábrica en La Muela (Zaragoza), con una inversión medio millón de euros. En julio ya éramos capaces de producir mascarillas. Elegimos este emplazamiento por la rápida gestión logística.
Cuentas con un equipo de nueve personas y una inversión inicial de medio millón de euros, la nueva planta llegará a producir en un mes unas 400.000 mascarillas.
La idea es, incluso, aumentar el proyecto. Tenemos que ampliar plantilla y queremos llegar a esa cantidad de mascarillas al mes, porque son necesarias y lo van a ser mucho tiempo. Vemos que ya llegan las vacunas. La pandemia pasará pero se seguirán utilizando y demandando.
Se trata de mascarillas FFP2.
Sí, son de nivel 3, de las que más protegen, las que utilizan los sanitarios y personal de alto riesgo. Nos costó conseguir la autorización para fabricarlas porque no es un proceso fácil. Pero ahora contamos con la certificación más alta. Actualmente estamos en pleno funcionamiento, recibimos encargos de muchas partes de España y también exportamos fuera de nuestras fronteras.