El emblemático edificio tendrá una «sala de escape» en uno de los primeros espacios que se van a rehabilitar
La futura Casa Bosque albergará una sala de escape en su interior. Esa es una de las cuestiones que se debatieron la semana pasada la Asociación que va a hacerse cargo de su rehabilitación. El pasado sábado el colectivo se presentó a los ciudadanos durante unas jornadas participativas que tenían como objetivo explicar las últimas novedades de su ambicioso proyecto. Desde la agrupación se aclararon aspectos tan importantes como el tipo de propiedad en el que adquirirán el conocido inmueble que quieren adecentar, las fuentes económicas que utilizarán y los primeros usos que tendrá cuando finalice la primera fase de rehabilitación.
«Creemos que es interesante darles usos muy distintos y originales a este espacio», comenta Cristina Ferrer, presidenta de la Asociación Casa Bosque. Un espacio de «coworking», una «escape room», un taller-museo etnográfico y una zona multidisciplinar para actividades socioculturales son algunos de los primeros usos que tendrá el primer espacio rehabilitado de la Casa Bosque. Esas han sido las ideas que más fuerza cobraron durante la reunión del pasado sábado entre integrantes y ciudadanos, donde se tomaron muchas decisiones clave en este proyecto.
El primer espacio, que servirá de lugar para el «coworking», tendrá como objetivo facilitar la colaboración y los encuentros entre ciudadanos para elaborar proyectos en común. En cuanto al «escape room», también conocida «sala de escape», de moda en la actualidad, consistirá en un espacio de diversión y entretenimiento en el que todo el que acceda deberá usar la mente y sus habilidades para descifrar enigmas y rompecabezas de todo tipo para ir desenlazando la historia y conseguir «escapar» antes de que finalice el tiempo disponible. Las otras dos zonas serán un museo-taller en el que los protagonistas serán los antiguos oficios y un espacio multidisciplinar conectado al patio del inmueble.
Asociación Casa Bosque
Cristina Ferrer se encargó junto a sus compañeros de aclarar que, finalmente, el inmueble se adquirirá mediante un arrendamiento con derecho a compra. Después, se realizó una sesión de «brainstorming» o lluvia de ideas para seleccionar las más «rentables y adecuadas» e incluirlas en el proyecto.
Además, subrayaron que, por el momento, no se va a recuperar la Casa Bosque de manera integral, sino que va a ser un proyecto gradual. «La primera fase constará de la rehabilitación de los espacios que rodean el patio», explicó Cristina Ferrer. «La magnitud de la obra estará relacionada con el dinero que podamos conseguir para la misma».
Por ello, Ferrer anunció que, a finales de febrero, la asociación solicitará una subvención para hacer frente a dichas obras de rehabilitación. Desde el colectivo también se insistió en que también será clave para el proyecto la ayuda ciudadana. «Estamos preparando una campaña de micromecenazgo para que todo el que quiera, ponga su granito de arena», aseveró la representante del colectivo.
Si la Asociación Casa Bosque consigue esa subvención, las reformas pertenecientes a la primera fase, que adecuarán esos espacios del entorno del patio, comenzarían a finales del mes de abril y finalizarían en un año.
El nuevo colectivo está formado principalmente por jóvenes caspolinos de profesiones e intereses muy diversos, se presentó al público como una agrupación participativa y colaborativa donde todo el mundo tiene cabida. «Necesitamos más socios, por eso animamos a cualquiera a participar de la forma que considere», aclaró Cristina Ferrer, su presidenta.