Desde el domingo está suspendida la línea Zaragoza-Mora la Nova por la crecida
La avenida extraordinaria del Ebro va avanzando aguas abajo hacia Mequinenza, donde podría llegar durante el día de hoy. La presa lleva días desembalsando agua para poder laminar la crecida. Durante estos días se comenzarán a valorar daños en zonas agrícolas y granjas, donde las afecciones han sido importantes. En cuanto a las incidencias en el territorio, la más grave afectó a la línea de tren Zaragoza-Mora, que para en localidades como Caspe. Desde la mañana del domingo, y debido a la crecida del caudal de agua del Ebro hasta la zona de vías entre La Zaida y Fuentes de Ebro, ha quedado interrumpida la circulación de trenes entre las estaciones de Zaragoza, La Puebla de Híjar y Caspe.
El tráfico de mercancías se ha desviado por Lérida y Renfe ha habilitado desde entonces un servicio alternativo de autobús entre las citadas estaciones, en el mismo horario que solía hacerlo el tren, para garantizar la movilidad de los viajeros asiduos a esta línea. Son decenas los vecinos de estas comarcas los que suben al tren entre semana, y todavía más en fin de semana. «Nos han comunicado que el servicio ferroviario está cancelado hasta nueva orden por el peligro que supone trasladarse por las vías inundadas, pero no hay que preocuparse va a ser algo de pocos días», asegura Jesús Senante, el alcalde de Caspe. Ayer mismo varios usuarios mostraron su desconcierto en la Ciudad del Compromiso al ver que la línea se había suspendido y debían tomar el autobús.
En otras zonas como Chiprana se espera la punta de la crecida en breve. Desde la localidad miran al Ebro con preocupación por los cultivos que se encuentran a la altura del río. «Creemos que va a haber la previsión suficiente y no pasará como la última vez y ya están desahogando el pantano para que no se inunden los cultivos», explica Javier Nicolás, alcalde de este municipio. «Estamos atentos al tiempo con cierta incertidumbre porque si continúa lloviendo, entonces sí que llegarán los problemas».
Desde Protección Civil informan de que están en alerta aunque todavía no hay afecciones ni problemas en ninguna zona de esta comarca. Todo hace indicar que la riada no será tan fuerte como en el 2015 y no se repetirán los problemas de entonces, aunque habrá que ver cómo avanza el caudal del Ebro a lo largo de estos días.
Intensa jornada en Quinto y Pina
Los problemas derivados de la riada se centraron ayer en la Ribera Baja, especialmente en Pina de Ebro. La situación llegó hasta tal punto que durante el fin de semana se evacuó a 33 personas con movilidad reducida del municipio, aunque finalmente la crecida no alcanzó el núcleo urbano. Otro pueblo que vivió la jornada de ayer con la vista puesta en el río fue Quinto, donde la fuerza del agua rompió una mota de seguridad y anegó más de 3.500 hectáreas. Afortunadamente, se descartó la evacuación de vecinos.
En Zaragoza el Ebro llegó a alcanzar los 2.100 metros cúbicos por segundo el domingo por la noche e inundó Helios, el Parque del Agua y parte del tercer cinturón. La previsión de los próximos días es favorable, ya que se espera que entre hoy y mañana el caudal del río oscile entre los 1.200 y 1.400 metros cúbicos por segundo.