El 80% de los vecinos de la zona dependen de la actividad frutícola, que se está viendo amenazada por la superproducción
Antes, un melocotón recogido en la zona de Maella se podía vender por un euro el kilo, ahora, con suerte, puede llegar a valer 70, y en algunos casos, solamente 30 céntimos. Así está la situación en esta localidad de la comarca del Bajo Aragón-Caspe, desde la que se está denunciando el gran desplome que han sufrido los precios de la fruta, lo que está provocando pérdidas muy cuantiosas entre los agricultores de la zona, que ya se están calculando en millones.
«Los precios de la fruta han pegado una bajada tremenda en muy poco tiempo, y la gente prefiere dejarlas en el campo, en el árbol, antes de cogerlas», cuenta el Alcalde de Maella, Jesús Zenón Gil.
Muchas toneladas de melocotones, los que sí se han recogido, deberían estar trasladándose en camiones hacia su destino de consumo, algo que a día de hoy no está sucediendo. «La mayoría del producto se ha quedado en naves, explica Alfonso Plo, de la cooperativa maellana, de la que dependen actualmente alrededor de 40 familias. «Esta situación demuestra el potencial productivo que tiene el valle del Ebro, y en especial nuestro territorio, que es el principal productor de fruta de hueso».
Este año, los agricultores preveían antes de la campaña del melocotón un aumento de la cosecha de entre un 10-15%, cuando ha sido de hasta un 30%. Una superproducción que no está bien pagada. «Tenemos mucha cosecha, todavía guardada y sin vender, porque al precio que está el kilo no vale la pena, estamos perdiendo mucho dinero, y no solo está ocurriendo en esta comarca, sino en todo el país y parte de europa», denuncia Plo.
La fruta en buen estado puede aguantar menos de un mes en las cámaras frigoríficas, que están casi al límite de capcidad, por lo que «los productos destinados al extranjero, que deben hacer un largo camino para llegar, están prácticamente perdidos», opina. La solución, según el agricultor, está complicada. «El precio depende del destino, es decir, de las grandes compañías del sector y supermercados, y de momento, no llevan idea de que esto cambie». Esto, a su vez, repercute en las contrataciones de mano de obra. «Lógicamente si no se puede vender la cosecha, no se recoge, por lo que no necesitamos tanto personal en el municipio», comenta Jesús Zenón Gil. «Se trata de un desastre económico enorme para esta zona, donde el 80% se mueve a través de esta actividad», comenta.
Se está hablando de millones de euros en pérdidas, solamente en la comarca del Bajo Aragón-Caspe y alrededores. «Hay gente de aquí muy asustada porque su economía familiar depende de la recogida del melocotón», denuncia el alcalde de Maella.
La Comarca del Bajo Cinca ya ha avisado de este desastre económico, que también le afecta especialmete, esta misma semana. Los alcaldes de pueblos de esta zona se reunieron el pasado miércoles en su sede comarcal ante la preocupación por la campaña frutícola en la que han analizaron la crítica situación del sector. En la reunión, adoptaron un acuerdo para tratar de paliar el desastre , con las consecuencias sociales preocupantes que aseguran, va a suponer. Han pedido un apoyo unánime a los agricultores ante las dificultades existentes, y solicitar la toma de medidas extraordinarias por parte del Gobierno de Aragón, garantizando unos precios justos que protejan la supervivencia del agricultor.
Por su parte, el Secretario Provincial UAGA-Zaragoza y responsable del Sector de Frutas en la Comisión Ejecutiva, Francisco Ponce, participó ayer en un encuentro junto al Responsable de Fruta de COAG, David Borda, para exigir la puesta en marcha de medidas extraordinarias y urgentes de retirada, entre otras, ante la crisis de precios de la fruta, por debajo de los costes de producción.