La localidad de Maella ha convertido su centro de día en un nuevo «centro limpio» de Covid-19. Esta decisión se ha tomado en la última reunión de los alcaldes de las seis localidades de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe, la cual continúa una semana más en fase 2 por la tendencia elevada de registro de nuevos casos diarios.
El edificio, ubicado en la plaza Mártires, en pleno centro de la localidad maellana, albergaba hasta ahora un gran número de eventos, entre los que destacaban actividades para los más mayores. Ahora, el centro se ha convertido en un espacio libre de coronavirus, preparado para acoger a casos positivos asintomáticos que no puedan hacer la cuarentena en sus domicilios. Hay 25 plazas disponibles aunque de momento no se ha ocupado ninguna de ellas.
Dos centros limpios en la comarca
«Esta iniciativa se pensó en un primer momento entre todos los alcaldes por precaución, para que ambas zonas de salud contasen con un centro de estas características, pero esperamos no tener que utilizarlo», explica el alcalde de Maella, Jesús Zenón Gil. «Teníamos este edificio totalmente cerrado desde hace meses así que nos parecía buena idea colaborar de esta manera para hacer frente a la terrible situación que vivimos».
Según los datos que emite diariamente la Dirección General de Salud Pública, la zona de salud de Maella, que atiende a pacientes de esta localidad además de Nonaspe y Fabara, está mucho más controlada que la de Caspe (que asiste a vecinos de la capital y de Chiprana), en la que prácticamente a diario se registran muchos nuevos casos positivos (en los últimos dos días se han llegado a los 24 casos).
Según cuenta el representante municipal, la zona maellana cuenta con alrededor de una decena de casos activos y controlados en la actualidad, repartidos entre Maella y Fabara, por lo que se espera que no se tenga que necesitar abrir este centro limpio.
En el caso en el que tuviese que utilizarse, el funcionamiento sería similar al del centro caspolino, ubicado en el Convento de Santo Domingo. Por él han pasado unas 15 personas, la mayoría asintomáticos y trabajadores temporeros, que hicieron la cuarentena y fueron dados de alta al terminarla. Sanidad se encarga de trasladarlos al lugar y de hacerles las pruebas pertinentes, el Ayuntamiento (en este caso de Maella y Caspe) ceden el edificio y ponen a disposición las fuerzas del orden, y la comarca sufraga los gastos necesarios.