La localidad ha sido el escenario de un viaje en el tiempo, cuyo evento estelar fue la representación «La mano de la doncella»
Un mercado medieval se instaló en la plaza de España de Maella durante la jornada del pasado sábado, 22 de julio, para hacer las delicias de vecinos y visitantes. Artesanía, alimentación, complementos, bisutería, tarot, juguetes, música, danza, circo, y mucho más, es lo que se encontraron los visitantes que pasaron por la localidad, pero además, pudieron disfrutar de una representación teatral, también al aire libre.
Además de la compañía que se encarga de organizar el mercado, varios maellanos expusieron también sus puestos para ofertar al público los productos de sus negocios. En total, se pudieron encontrar hasta una veintena de puestos con artículos de todo tipo.
Al anochecer tuvo lugar, en la puerta principal del Castillo, frente a casi 800 vecinos y visitantes, la representación de la obra de teatro «La Mano de la Doncella» por el grupo de teatro Matarraña, formado por muchos vecinos de la localidad, y escrita y dirigida por el maellano Eduardo Lacasa. Después, se dio paso a un castillo de fuegos artificiales en la Torre del Reloj, y posteriormente, se disfrutó de una verbena en la misma plaza España, de la mano de Trío Royal.
La leyenda de Maella, en teatro
La leyenda de «La mano de la doncella» es muy conocida en Maella, ya que es la que ha inspirado tanto el escudo, como la bandera, y el propio nombre del municipio. La historia cuenta cómo una joven se cortó la mano (La má della, de ahí el nombre de Maella).
«La leyenda de Maella es un hecho trascendental y bonito porque tiene dos aspectos fundamentales: la lucha de un pueblo hacia su libertad con el objetivo de conseguir sus derechos, y por otra parte, el protagonista absoluto es el amor» cuenta el maellano Eduardo Lacasa, director del grupo teatral Matarraña y autor de la obra. El escenario en el que se ubica la historia es el propio municipio. En varias de sus calles y plazas suceden momentos clave de esta representación. Sin embargo, por el momento, solo se ha utilizado el Castillo de Maella, donde ocurre la escena final de la obra.
«Hemos realizado varias representaciones sobre esta leyenda a lo largo del tiempo, aunque esta versión es la más actual», explica el director. Su primer estreno fue en 1953 en Maella, con una gran acogida. La segunda representación tuvo lugar en el año 70. También se llevó a cabo otra puesta en escena durante la celebración de la Expo de 2008 en Zaragoza.
Todas y cada una de ellas han tenido lugar en las vísperas de las fiestas patronales, como ocurrirá en la noche de mañana. «Lo que se ha pretendido en esta ocasión es que haya una participación muy activa del pueblo, y que el grupo de teatro se abriera a esa colaboración de la villa», cuenta Lacasa.
Para que la leyenda se asemejase lo máximo posible a la historia que se ha ido contando generación tras generación, el grupo teatral ha tenido que realizar una serie de averiguaciones e investigaciones. «La leyenda se ha ido transmitiendo a través de los vecinos y sus trovadores, y queríamos convertirla en algo palpable, en algo visual y que represente a todos nosotros», afirma el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Maella, Santiago Lesano.
El consistorio maellano y el grupo de teatro buscan que este homenaje por parte de los vecinos se consolide y se organice de manera anual, para que así vaya adquiriendo más importancia y con ello, se atraiga a más visitantes. «Este tipo de celebraciones son la seña de identidad de cada municipio y lo que le da un valor añadido, además, ayuda a fomentar el turismo en la zona», explica David Rovira, el consejero de Turismo de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe, que ha colaborado y patrocinado el evento.