El máximo representante de la Guardia Civil de la demarcación de Caspe hace un repaso de lo acontecido durante el último año
En primer lugar, Capitán, nos gustaría conocer cuál es el límite geográfico en el que operan y con cuántos efectivos dispone la compañía de Caspe.
Para que se hagan una idea, nuestro territorio de trabajo se prolonga desde aquí, del Bajo Aragón-Caspe, hasta la localidad de Plenas, a 150 kilómetros. Actualmente, contamos con nueve puestos de la Guardia Civil, que están formados por un total de 103 agentes. Es una de las compañías más grandes de la provincia de Zaragoza.
Hablando de esta demarcación, ¿cómo ha visto este año 2017 en cuanto a sucesos, accidentes…?
A nivel delincuencial ha sido muy similar a 2016, donde se observó un pequeño repunte, pero nada alarmante. Pero sí que es verdad que este año los mayores problemas han tenido lugar en los últimos meses del año. Esto no es algo que deba preocupar a la población, sino que lo debemos ver como una señal de que hacemos bien nuestro trabajo. No hay más crímenes, sino más esclarecimientos.
¿El de Caspe es uno de los territorios más conflictivos?
Si comparamos con el resto de compañías de Zaragoza, esta es una de las más tranquilas. No es una delincuencia grave, similar a la que puede haber en zonas como Casetas, Ejea de los Caballeros, o Tarazona. Aquí lo habitual es que se cometan pequeños delitos, como robos o hurtos de productos del campo, en casas aisladas. La delincuencia está más asentada en las poblaciones grandes. Los delitos que más alarman a la población son los que afectan a la propia persona (los referidos a atracos, asaltos a mano armada, o agresiones sexuales), y aquí no ocurren casi nunca.
Las agresiones sexuales son delitos graves y que lamentablemente continúan ocurriendo.
Ocurren, y podrían suceder en menos ocasiones si contásemos con la colaboración ciudadana. Nos gustaría hacer un llamamiento para que se colabore más para frenar esta lacra. Aunque en nuestro territorio no sea un problema importante por los pocos casos que existen, debemos trabajar en la prevención. Queremos que se denuncie todo lo que se pueda. Hay temas que todavía son tabú en los entornos rurales. Me gustaría aconsejar que si alguien ve algo, es testigo de algo, y por supuesto, si es víctima de algún acto de este tipo, que denuncie sin miedo. Vemos que en el medio rural cuesta más lo de denunciar porque todo el mundo se conoce. Con una simple llamada, aunque sea anónima, se puede avisar de cualquier situación. Con este acto, nos ayudarán a solucionar el problema y se ayudará también a las personas que están siendo afectadas, a las mujeres que pueden ser agredidas, y a sus hijos. No hay que esperar a que esa mujer aparezca muerta.
¿Cuáles son, entonces, los delitos más habituales en los que trabajáis en el territorio?, ¿hay algún tipo de perfil de los maleantes?
Lo que más se da son los robos y hurtos como decíamos en casas aisladas. No hay un perfil determinado. La mayoría de los detenidos, por ejemplo en estos últimos meses, han sido hombres españoles. En general, estas personas suelen delinquir con el objetivo de poder comprar luego drogas. Tenemos un problema bastante importante con el narcotráfico. En estos casos también es clave la colaboración ciudadana. Si algún vecino sabe dónde hay un piso franco o un lugar donde se hacen «trapicheos», deben avisarnos de inmediato.
¿Cuál es vuestra mayor preocupación a día de hoy, en qué hay que trabajar?
Estamos viendo que las drogas están más cerca que nunca de los jóvenes. También el tema de internet y los smartphones, pueden ser un medio o un arma peligrosa en cuanto al «bullying» y el acoso escolar. Es lo más preocupante a día de hoy y son los casos que cuestan más detectar y denunciar.
¿Qué opina de las actuaciones durante el tiroteo de Albalate?
Creo que todo lo que ocurrió no fue lo habitual, era difícil preverlo. Lo que más me interesa saber es por qué esa persona estaba allí. Todo sigue en secreto de sumario y las circunstancias todavía no están claras. Pertenecemos a una provincia distinta y prestamos servicios distintos a los compañeros de Teruel, nos parece aventurado dar una opinión acerca de las actuaciones que se realizaron. Hasta que no se sepa todo, no podremos valorar lo ocurrido.