Las localidades de Nonaspe y Mequinenza van a solicitar la declaración de «zona afectada gravemente por una emergencia» -la nueva denominación de la conocida como zona catastrófica- para recibir ayudas estatales por los daños ocasionados por el grave incendio que ha quemado 2.000 hectáreas, la mayor parte en el término municipal nonaspino.
La mitad de las hectáreas son cultivos, por lo que el fuego ha provocado una gran afección en una localidad que vive mayoritariamente del sector primario. Ha destrozado numerosas explotaciones agrícolas, muchas de ellas de jóvenes que apostaron por quedarse en Nonaspe aprovechando los nuevos regadíos. Muchos de los campos arrasados por las llamas son frutales, almendros y olivos que tienen entre cuatro o diez años o incluso tan solo un par de años. No se han producido daños en granjas y solo ha quedado destrozado un masico aislado que empleaba como vivienda una familia inglesa. «Estamos muy afectados, el incendio ha hecho mucho daño a las explotaciones agrícolas y también a los sistemas de riego», apunta el alcalde de Nonaspe, Joaquín Llop.
El grave incendio requirió la actuación de numerosos profesionales que realizaron un gran esfuerzo con un operativo de más de 200 efectivos: medios aéreos, cuadrillas helitransportadas, cuadrillas terrestres, autobombas, las BRIF, la UME bulldozer, el Puesto de Mando Avanzado del 112 Aragón, un director de extinción de incendios, el GADEX , agentes de protección de la naturaleza y efectivos de bomberos de la DPZ El fuego no se pudo estabilizar hasta tres días después, el domingo por la tarde; y ayer al cierre de esta edición aún no se había controlado.
Aunque todavía se sigue investigando, los primeros indicios apuntan al factor humano como posible causa del incendio ya que se originó en una finca sin cultivos en la que una persona estaba realizando tareas. De hecho, este vecino de Nonaspe tuvo que ser atendido en el Centro de Salud de Maella por las heridas sufridas en las manos cuando intentaba apagar las primeras llamas.
Consultiva de alcaldes
Este martes a las 18.00 se celebra una comisión de alcaldes de la comarca del Bajo Aragón-Caspe para consensuar una declaración conjunta junto a Mequinenza. Al encuentro también está invitado el presidente de la Comarca del Bajo Cinca y el objetivo es iniciar los trámites necesarios para solicitar formalmente la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil por los daños causados por el incendio. La solicitud se hará en base a la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil que en su quinto capítulo sitúa la declaración orientada al «restablecimiento de la normalidad en la zona siniestrada».
Según anunció el presidente de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe, Cristian Poblador, el primer paso es consensuar un acuerdo que después deben trasladar al Gobierno de Aragón para que a su vez lo derive al Gobierno Central.
No es la única ayuda que se estudiará. Poblador también quiere analizar qué puede hacer la Comarca para ayudar a los afectados por el incendio. «Iniciar los trámites para la declaración de zona catastrófica es lo sencillo, lo difícil es ver hasta qué punto tenemos competencias y la disponibilidad económica para crear una línea de ayudas», adelantó el presidente comarcal.
36 desalojados del campin
El fuego de Nonaspe es el más grave de los que están asolando a Aragón en los últimos días debido a la intensa ola de calor. Fuentes del Gobierno de Aragón cifran en 2.000 las hectáreas afectadas a falta de precisar el dato exacto ya que hay superficie que no se ha quemado por la propia orografía del terreno. No obstante, Copernicus EMS, el sistema de observación terrestre de alta calidad de la Unión Europea eleva las cifras hasta las 2.142 hectáreas.
Los principales factores contra los que luchó el incendio de Nonaspe y que causaron varias reproducciones en los flancos-principalmente el derecho- fueron las altas temperaturas de hasta 40 grados y sobre todo rachas de viento de 50 a 60 kilómetros por hora y una humedad relativa del 18 o 20%. El terreno, con pendiente y muy seco, tampoco facilitó las labores.
El fuego este lunes pasó a Situación 0 Nivel 0 después de llegar a estar en situación 2, lo que requirió la presencia de la UME y el cierre de vías de acceso a la zona. Llegó a impedirse el tráfico de la N-211 de Mequinenza a Nonaspe y en estos momentos ya están abiertas todas las carreteras después de que ayer se levantaran las restricciones de la CP-15, la última vía cerrada.
El casco urbano de Nonaspe nunca llegó a preocupar pero el viernes por la tarde sí que hubo que desalojar de forma preventiva el campin Lake Caspe además de numerosas granjas y explotaciones agrarias. Hasta el domingo Guardia Civil se encargó de dar paso a los ganaderos que debían alimentar a sus animales en explotaciones cercanas y también a los trabajadores de campos próximos con fruta madura, principalmente cereza y melocotón temprano. 36 turistas se tuvieron que marchar del campin caspolino. Los que residen en localidades cercanas regresaron a sus domicilios y una decena de extranjeros fueron derivados al convento de Santo Domingo de Caspe. Los propietarios de autocaravanas fueron dirigidos a un aparcamiento de la Ciudad del Compromiso.