La protectora de Caspe ADAMA (Asociación de Ayuda a Animales Mejores Amigos) está buscando una nueva ubicación para sus instalaciones en las que acogen regularmente a animales abandonados o que viven en la calle, especialmente perros y gatos.
La asociación ha estado los últimos 6 años realizando sus actividades en una nave con varios espacios a las afueras de la Ciudad del Compromiso, cedida por un vecino ya fallecido. Se acaba de poner en venta por lo que ADAMA no sabe cuánto tiempo tiene para reubicarse.
Antes de estar en estas instalaciones, el colectivo estaba junto a sus animales en el centro de la localidad, en un espacio municipal, pero después de muchas quejas vecinales por el ruido tuvieron que abandonarlo y un vecino anónimo les cedió el lugar actual.
Han llegado a acoger hasta nueve perros y varios gatos, pero a día de hoy, y gracias a las últimas adopciones acontecidas en el último año, cuentan con cuatro perros (Lalo un podenco de 8 años, Lucy, mezcla labrador y golden de 9 años, Gusi, cruce de beagle de 8 años, y Sultán, de 4 años) y tres gatos (Tigre y Clara, hermanos de 5 años, y uno que acaban de recoger que todavía no tiene nombre).
«Si venden el lugar, no sabemos qué haremos con ellos, pueden terminar en la perrera, en la calle… es una verdadera pena», explica una de las voluntarias, Milagros Callao. «La mejor situación para nosotros sería que no existiésemos, pero por desgracia hay decenas de perros, y sobre todo gatos, que están malviviendo en nuestra zona, abandonados, o que viven en la calle por culpa de la no esterilización que es más que necesaria».
Son los propios vecinos de Caspe los que informan a la asociación cuando descubren a algún animal en peligro o en malas condiciones, y esta se encarga de acogerlo en sus instalaciones y tratar de darle un hogar de acogida o de adopción. «Nos gustaría poder acoger a muchos más gatos y perros pero no podemos debido a que no sabemos qué va a ser de nosotros», afirma Callao.
ADAMA forma parte de todo el proceso, desde el momento en el que recogen al animal hasta su adopción completa, pasando por una fase de preadopción y entrevista con los futuros dueños del gato o perro, y un seguimiento continuo.
Actualmente existen unos 30 socios de ADAMA y una decena de voluntarios, los cuales hacen posible que continúe su trabajo, además de las donaciones que pueden hacer los ciudadanos de forma desinteresada. La asociación también realiza un mercadillo solidario de ropa y objetos de segunda mano el primer y tercer sábado de mes en la calle Gumá, número 25.