Ahora que la editorial Galaxia (verdadera garante de la obra de VASILI GROSSMAN) acaba de reeditar el último libro que escribió: «TODO FLUYE», me ha sido imposible resistirme a comentaros y recomendaros esta póstuma joya del genio ruso, escrita en 1964.
GROSSMAN, como algunos ya sabéis, fue un escritor ruso de origen judío que apoyó con entusiasmo la Revolución de 1917, y aunque la Gran Purga estalinista le afectó de cerca: en la persona de familiares y amigos y, muy especialmente, de su pareja, ello no disminuyó su compromiso con el destino del pueblo ruso. A pesar de estar exento del servicio militar, se presentó como voluntario para ir al frente cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Las vivencias que tuvo durante el conflicto (su testimonio escrito acerca de los campos de exterminio nazis, fue utilizado como prueba en los juicios de Núremberg) alimentaron las que fueron sus obras maestras: «Vida y destino» y «Stalingrado». El totalitarismo soviético y su giro antisemita acabará, sin embargo, destruyendo a GROSSMAN al requisarle el original de «Vida y destino» y prohibir su publicación. GROSSMAN lo dio por perdido para siempre. Sin embargo, gracias a una red de disidentes la obra pudo ser publicada ya en 1988, en la época de Gorbachov, pasando a ser aclamada como una de las cumbres literarias del siglo XX.
La acción de «TODO FLUYE» transcurre diez años antes de la muerte de su autor, en 1954. Stalin ya no está entre los vivos, y después de tres décadas preso en campos penitenciarios, Iván Grigórievich regresa a Moscú para comprobar que la vida allí ha seguido sin él. Desde el desangelado reencuentro, cargado de contención y culpa, con su primo Nikolái, un científico que siempre se ha mantenido fiel al Partido, o el paseo por el lugar donde vivía la mujer amada, Iván toma conciencia de la magnitud de la tragedia: la libertad no sólo ha sido asesinada en la política, sino también en la agricultura, en la filosofía y, sobre todo, en el alma de los rusos. A través de la voz del protagonista, GROSSMAN se adentra en uno de los períodos más oscuros y trágicos del siglo XX, una época que empieza con Lenin, sigue con Stalin y termina en ese destino que nace de los huesos de una generación perdida.
Esta novela excepcional, que podríamos llamar novela-testimonio, además de retratar las miserias de la condición humana, es un grito contra el sinsentido de los totalitarismos (de cualquier signo político) y la afirmación de que la libertad es el bien más preciado del hombre.
«TODO FLUYE» se convierte así en el testamento literario de un escritor honesto hasta sus últimos días en su búsqueda de la verdad. Quizás no contenga el ímpetu heroico de «Vida y destino» (aunque hay muy pocas obras comparables, quizás «Guerra y paz»), pero es una gran novela: en ella numerosos pasajes de hermosa belleza y lirismo contrastan con la dureza de lo narrado creando un ambiente de ensoñación en el que es difícil no perder el sentido de la realidad, no olvidar que lo narrado corresponde a una verdad histórica dolorosa. Esa es la grandeza de VASILI GROSSMAN.
Miguel Ibañez. Librería de Alcañiz
Enhorabuena Miguel. Excelente tu elección y tu reseña.
No conocer a Grossman es una carencia imperdonable, que hace casi imposible conocer la maldad del estalinismo y de sus consecuencias.
Recibe un saludo muy cordial