Hasta 134 niños y niñas participan esta semana en los campus que organizan los dos clubes de fútbol de la localidad caspolina. Concretamente, 80 se han apuntado al fútbol 11, gestionado por el C.D. Caspe, y 54 están acudiendo a las actividades del F.S. Caspe. No obstante, en ambos clubes insisten en que tuvieron que cerrar las inscripciones a pocos días de abrirlas por la gran demanda y por no poder atender a más personas.
En el Club Deportivo Caspe, hasta 80 niños se han apuntado a practicar el fútbol en Los Rosales durante toda esta semana con 10 monitores miembros también del club. Allí se han dividido en cuatro partes en función de su edad, puesto que están apuntados desde los 11 hasta los 5 años. Durante las primeras horas juegan y entrenan desde el campo y, posteriormente, se van a la piscina para acabar la jornada refrescándose.
«Cada entrenamiento se diseña para cada una de las edades y con el objetivo también de que se entretengan y se lo pasen bien. Además nos gusta rotar a los monitores para que todos puedan disfrutar de lo que le puede enseñar cada uno de ellos», señaló Carlos Burillo, director deportivo y monitor del campus. Además, también hay entrenamiento de porteros con el jugador caspolino Mario Máñez. A todo ello, se ha sumado la visita y colaboración del jugador profesional caspolino Álvaro Sanz, quien está actualmente en el C.D. Mirandés.

Por su parte, el F.S. Caspe ha acogido a 54 niños y niñas dispuestos a disfrutar mientras entrenan este deporte en el pabellón Manuel Barriendos. En un primer momento, la organización solo contaba con uno de los polideportivos municipales, por lo que tuvieron que cerrar las inscripciones a tan solo tres días de haberlas abierto, dada la alta demanda. Durante toda una semana, estos pequeños jugadores, desde los 13 hasta los 7 años, están aprendiendo de sus monitores, quienes son, a su vez, jugadores y entrenadores del club, por lo que cuentan con gran experiencia. Hasta 6 monitores y dos más de refuerzo están organizando las actividades con las que unos se están iniciando en el deporte y otros están perfeccionando su juego.
«A ellos les sirve para divertirse y mejorar, pero nosotros también aprendemos de ellos. Esta gran aceptación del campus es señal de que tanto los niños como las familias están contentos con el club y nuestro trabajo», insistió Víctor Vallespín, entrenador del club. Asimismo, con el que ha sido portero del equipo durante muchos años, Santi Bordonaba, se imparten las claves para defender la portería.

Asimismo, ambos clubes subrayan que estas actividades ayudan a iniciar a los más pequeños en el deporte y, en caso de que les guste, lograr así nuevos miembros en sus equipos poco a poco.