18 mujeres -de diferentes nacionalidades y edades- están empoderándose entre sí en Oliete para que los proyectos de emprendimiento de cada una de ellas triunfen. Han llegado de Croacia, Rumanía, Bulgaria, Suecia, Francia, Alemania, Austria y Portugal para vivir durante un mes como unas vecinas más de este pequeño pueblo de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, que apenas supera los 300 habitantes. Se hospedan tanto en casas rurales como en particulares, compran en las tiendas, toman algo en los bares, asisten a los actos populares, conocen los emprendimientos locales, visitan el patrimonio y hasta se remangan para trabajar en la huerta. Su presencia, desde luego, no está pasando inadvertida y menos en el Centro Despertador, donde invierten la mayor parte del día «acelerando» sus negocios gracias a una serie de mentorías.
Algunas profesionales se encuentran en la fase inicial de su proyecto, incluso dándole una vuelta a la idea; mientras que otras ya tienen un negocio que es sostenible -no superior a tres años- y están viendo cómo seguir creciendo. Las áreas elegidas son variopintas, aunque todas las iniciativas comparten una vocación social y medioambiental. Una de las emprendedoras, por ejemplo, es ingeniera y está buscando formas de reciclar el textil fabricado con diferentes materiales. Otra es fotógrafa y se ha especializado en crear contenido de marca para mujeres. Otra es periodista, tiene su propia revista de salud y ahora quiere dar un paso más lanzando una app que ayude a poner en práctica los consejos que escribe. Y otra tiene un museo de plantas aromáticas y transmite a otras generaciones los usos que pueden tener.
Todas ellas se inscribieron en ‘The Break’, un programa de atracción de emprendimiento femenino en España, diseñado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) -adscrita al Ministerio de Industria- y financiado por fondos Next Generation. En esta cuarta edición participan 350 mujeres -de entre 18 años hasta más de 50- que están repartidas en 25 localidades, tanto ciudades como pueblos. Primero aterrizan en Madrid para asistir al evento de inauguración, después permanecen 24 días en el destino asignado y finalmente regresan a la capital para despedirse antes de volver a sus países de origen.
«Todas subrayan que se sienten muy solas. Para muchas es la primera vez que tienen un entorno femenino emprendedor y eso es transformador»
Juan Barbed. Cofundador y director ejecutivo de Rooral
En el caso de Oliete, la empresa que está gestionando la experiencia es Rooral, en colaboración con la entidad local Apadrina un Olivo, que en 2021 lanzó Despertadores Rurales Inteligentes para crear oportunidades laborales para los jóvenes en el medio rural. «Todas las mujeres que participan en ‘The Break’ subrayan que se sienten muy solas y que no tienen redes de apoyo. Para muchas es la primera vez que tienen un entorno femenino emprendedor y eso es transformador», explica Juan Barbed, cofundador y director ejecutivo de Rooral. Por eso, en las mentorías, además de las herramientas de negocio, se trabaja «la parte de la autoestima, la comprensión y la confianza», que es «vital» para ese viaje emprendedor.
Barbed subraya que las mujeres enfrentan más retos a la hora de emprender, ya que además de tener que conciliar la vida laboral y familiar, suelen carecer de comunidades de apoyo e incluso «está probado que hay sesgos a la hora de acceder a financiación». «Le debemos al mundo emprendedor femenino más apoyo para que pueden llegar a tener las mismas oportunidades», asevera.
«Buscamos que la experiencia no dure sólo un mes. Queremos que se creen sinergias entre las emprendedoras y la comunidad de Despertadores»
María Lázaro. Comunicadora creativa de Apadrina un Olivo y Despertadores Rurales Inteligentes
Por su parte, Despertadores Rurales Inteligentes, además de facilitar su Centro Despertador –inaugurado hace tan solo un mes– está conectando a las 18 profesionales con la comunidad emprendedora tanto de Oliete, como de la provincia turolense y de Aragón. En estos dos últimos casos, lo hace a través de visitas institucionales a la Diputación de Teruel -para conocer el servicio de Desarrollo Local y Programas Europeos- y al Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto (LAAAB), en Zaragoza.
«Buscamos que la experiencia no dure sólo un mes. Queremos que se creen sinergias entre las emprendedoras y la comunidad de Despertadores», detalla María Lázaro, comunicadora creativa de Apadrina un Olivo y Despertadores Rurales Inteligentes. Entre los emprendedores que ellos están asesorando se encuentra, por ejemplo, una olietana que tiene un proyecto de cerámica, una marca de cosmética natural que aprovecha el fitoextracto del olivo y un joven informático que presta servicios de digitalización a personas de la tercera edad.

De finanzas a bienestar emocional
Cada una de las 18 participantes recibe ocho mentorías -tanto presenciales como online- de una hora y media de duración. A través de una página web pueden consultar el perfil de los diez mentores (nueve de ellas mujeres) y reservar las sesiones. Entre los profesionales hay desde expertos en estrategia, finanzas y ventas, hasta en bienestar personal a la hora de comenzar un negocio. Cada emprendedora puede elegir los que más se acomodan a sus necesidades, de manera que la formación es «muy personalizada».
Por otro lado, también se llevan a cabo dinámicas entre ellas que facilitan que «se hermanen», compartan conocimientos y creen alianzas y colaboraciones. «Aprendemos las unas de las otras. Por ejemplo, Sanda Uzelac me enseña cuáles son los colores que mejor se adaptan a mi web teniendo en cuenta los servicios que quiero ofrecer, y yo le enseño sobre gestión de audiencias», detalla Alina Stan, de Rumanía, quien va a comenzar su propio emprendimiento tras siete años trabajando en marketing global en una empresa tecnológica multinacional.

Sanda Uzelac, que está acelerando en Oliete su negocio de fotografía de marca personal para mujeres, destaca, por su parte, que el programa «es una gran oportunidad para aprender sobre ti misma y para sanarte fuera de las obligaciones del día a día». «La primera semana lloré mucho para sacar todo el dolor que llevaba dentro. Ahora llega el turno de crecer. Sólo cuando estás bien contigo misma, puedes empezar a crear», confiesa.
Integración en la comunidad local
Las participantes pueden elegir entre un destino urbano o rural. En esta edición, de hecho, había más demanda de ciudades, aunque paradójicamente «acaban más contentas en el entorno rural que en el urbano». «En Barcelona es mucho más complicado generar ese sentido de pertenencia que aquí», señala Barbed.
Es cierto que durante estos días han tenido que enfrentarse a algunos retos. Por ejemplo, quienes sufren algunas intolerancias alimenticias no han encontrado los productos que están acostumbradas a consumir. También ha habido momentos en los que han perdido la conexión a Internet. Sin embargo, las ventajas son las que más han pesado en la balanza: estar cerca de la naturaleza y pasear por el entono, disfrutar de la gastronomía local, saludarse con los vecinos o participar en las actividades locales.

«Prefería el medio rural, aunque cuando llegué me entraron dudas de si era demasiado rural para mí. Sin embargo, creo que todo pasa por algo y decidí darle una oportunidad. Estoy muy feliz de haberlo hecho. Me gusta el pueblo y la naturaleza que le rodea. Además, mi sueño nocturno ha mejorado muchísimo. Pero, sobre todo, me encanta lo abiertos que son los vecinos…. ¡Hasta nos traen frutas, verduras y comida cocinada!«, cuenta la periodista alemana Ines O’Donovan, quien actualmente vive en Francia.
Desde Despertadores Rurales Inteligentes ayudan a las mujeres europeas a integrarse proponiéndoles diferentes actividades. «Han podido conocer la tradición de huerta de Oliete, han visitado un taller de cerámica local y la obra paisajística de otra vecina artista, y también han ido de excursión al Parque Cultural del Río Martín junto a su director, Pepe Royo, donde se han empapado del patrimonio histórico cultural y paisajístico», detalla María Lázaro. También han asistido a actos locales, como un festival de jotas, donde incluso las invitaron a ensayar con ellos.
Reto de la vivienda
El programa ‘The Break’ también persigue que las emprendedoras ayuden a resolver problemáticas locales. En el caso de Oliete, la falta de vivienda. Para ello, este sábado se ha organizado una «jornada de ideación de posibles soluciones» en la que, además de las 18 mujeres europeas, han participado emprendedores locales y vecinos de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos. Se han creado grupos multidisciplinares de trabajo y los resultados serán sistematizados por el Centro de Innovación Territorial (CIT) de la provincia de Teruel, y compartidos con la Agrupación de Entidades para el Desarrollo de la Provincia de Teruel (AEDPT).
Algunas de las ‘breakers’ y sus proyectos
INES O’DONOVAN (ALEMANIA-FRANCIA)
Ines O’Donovan es alemana, pero lleva viviendo 23 años en Francia. Desde allí dirige su revista Jeunessima, enfocada a mujeres trabajadoras y empresarias de más de 40 años, que quieren «sentirse vivas y estar orgullosas de su sabiduría», sin importar su edad. Se trata de una publicación online trimestral bajo suscripción, en inglés, que es consumida principalmente en Estados Unidos. La periodista trabajó antes en otras revistas sobre salud y en 2015 decidió comenzar su propio proyecto, en el que también emplea a un asistente y un diseñador. Ahora quiere dar un paso más allá y fundar una APP con la que las mujeres pueden poner en practica esos consejos de expertos que ella escribe. También está entre sus objetivos impartir talleres alrededor del mundo.
ALINA ROXANA ILIE (RUMANÍA)
Alina Roxana Ilie es de Rumanía y vive en la capital, Bucarest, donde ha desarrollado su carrera profesional durante 17 años en varias compañías internacionales. Con la experiencia obtenida, quiere crear una plataforma para apoyar a las mujeres que se encuentren en un periodo de transición laboral, ya sea porque quieren promocionar dentro de su propia empresa o porque van a empezar un nuevo trabajo. Su función será dotarles de las herramientas necesarias -tanto de gestión como de confianza en ellas mismas- para que tengan la seguridad suficiente para alcanzar sus objetivos. En otras palabras, «empoderará» a otras mujeres para que alcancen la posición laboral que desean, en vez de seguir roles de género heredados.
SANDA UZELAC (CROACIA)
Sanda Uzelac nació y reside actualmente en Croacia, aunque durante varios años ha vivido en otros países como Italia, Dubái, Etiopía o Kenia. Esas aventuras -que le han hecho carecer incluso de agua corriente o electricidad en su día a día- y los grandes cambios que ha afrontado le han permitido «ganar confianza en ella misma». Es fotógrafa profesional y hace un año decidió crear su propio negocio, Momento Studio, dirigido a mujeres emprendedoras. Su cometido es crear contenido de marca para ellas, por ejemplo, fotos de perfil para sus plataformas y redes sociales. Lo hace a través de un proceso creativo con el que logra que las mujeres se sientan en un «ambiente seguro», tengan «confianza» en ellas mismas y «se vean guapas».
ALINA STAN (RUMANÍA)
Alina Stan, de Rumanía, estuvo siete años trabajando en marketing en una empresa tecnológica multinacional, hasta que a principios de 2023 comenzaron los despidos masivos en el sector. Con 40 años tuvo que plantearse por dónde continuar su carrera profesional, así que se inscribió en varias formaciones para emprendedores. Allí le surgió la idea de ayudar a desempleados mayores de 35 años a reconvertirse para poder cambiar de industria. Durante este periodo encontró otro empleo, sin embargo, decidió aplicar en el programa ‘The Break’ para «inspirarse de otras 17 mujeres emprendedoras y ver cómo pensaban». El pasado domingo, después de una semana en Oliete, decidió renunciar a su trabajo para dedicarse por completo a su nueva aventura empresarial.
Excelente nota María!
Has logrado retratar la experiencia de las emprendedoras en territorio y los desafíos que se enfrentan como mujeres.
no menosprecies a la mujer puesto que somos iguales