Reconstruir peldaños o sellar fachadas son solo dos de las tareas que una veintena de jóvenes llegados desde diferentes puntos de todo el país han realizado durante esta semana en el poblado íbero El Cabo de Andorra. Las tareas, que terminarán este domingo, forman parte del campo de voluntariado impulsado por la Asociación Alcorisa 3 en Raya, una iniciativa que se realiza cada año con el objetivo de concienciar a la juventud sobre la importancia de la recuperación y conservación de esta clase de entornos naturales.
Las labores desarrolladas en esta edición han dejado al descubierto no sólo la importancia de esta cultura íbera, sino el aprendizaje de técnicas de construcción antiguas, que con ayuda de los voluntarios, han hecho posible que día a día su trabajo se reflejará en gran parte de las estructuras que necesitaban reconstruirse y en el mantenimiento de varios elementos del poblado.

Este año los participantes han vuelto a ser jóvenes de entre 15 y 17 años procedentes de Zaragoza, Huesca, Madrid, Valladolid, Barcelona, Alicante y La Rioja. La idea era que pudieran continuar con los trabajos iniciados en años anteriores en el Cabo, por lo que estos también han realizado adobes, barnizado en elementos de madera y trabajos de limpieza de las calles así como blanqueamiento varias paredes de las casas de El Cabo. De hecho, las labores de este año incluso han llegado a superar las del año anterior y permitirán que el próximo año se pueda construir una nueva casa del poblado íbero.
Durante estos días los voluntarios también han podido elaborar sus propios trajes íberos y complementos para estar en contacto con el entorno del poblado. De hecho, desde la oficina de turismo incluso se organizó una jornada de teatralización en la cual los chicos y chicas pudieron formar parte de la recreación con sus prendas.
Actividades por toda la comarca
Aparte de las tareas de mejora realizadas en el poblado, los voluntarios también han llevado a cabo todo tipo de actividades durante su estancia. El programa promueve la integración de los participantes a través de su implicación en la sociedad, por lo que estos también han colaborado en todo tipo de tareas, tanto dentro del albergue como en la realización de actividades lúdicas: salidas, gymkanas, excursiones, visitas culturales y momentos de intercambio con la población. Todo ello en unos días donde también pudieron descubrir entornos y parajes de toda la comarca, con visitas a las Grutas de Cristal de Molinos, el Parque de San Macario, el Museo minero de Andorra Mwinas y el Centro Pastor de Andorra de la Jota y el Folclore Aragonés, entre otras.
La iniciativa, catalogada como «un éxito absoluto», «no hubiese sido posible» sin la colaboración del Ayuntamiento de Andorra, el Ayuntamiento de Alcorisa y la Asociación Sedetanos de El Cabo.