B. A.
Con cachirulos atados al cuello y banderas de Aragón, unos 200 jubilados y pensionistas aragoneses han participado en la protesta convocada este miércoles en Madrid que ha recorrido el centro de la capital desde la Puerta del Sol hasta el Congreso de los Diputados. «Ante la situación que ha habido de bloqueo político, vamos a plantear que uno de los problemas de emergencia social son las pensiones», adelantaba desde Madrid Miguel Ángel Cihuelo, portavoz de la Coordinadora para la defensa del sistema público de pensiones en Aragón, cuya organización estatal ha convocado la protesta a nivel nacional.
Dos autobuses han salido a las seis de la mañana de Zaragoza, a los que se han sumado medio centenar de personas que se han desplazado desde Huesca en tren y quienes han acudido en coches particulares, ha explicado. En Madrid les esperaban los jubilados que llegaron este martes andando desde diferentes puntos del país, entre los que también había representación aragonesa en la llamada «columna norte», a algunos los han podido ver desde el autobús a su llegada a Cibeles desde donde han subido a Sol.
«Para las elecciones el presidente del Gobierno dice que nos va a dar el IPC, pero los problemas de los pensionistas no se solucionan con el IPC«, ha denunciado. Así, considera que para las pensiones de 400 o 600 euros «que les suban el 0,9% no le soluciona el problema». Por ello, mantienen la reivindicación de un incremento de las pensiones mínimas hasta los 1.084 euros y que se paguen «de los presupuestos generales del Estado».
La manifestación se suma a las protestas que se siguen haciendo durante todo el año en ciudades como Zaragoza con «Los lunes al cierzo». A las 12.00, mientras los jubilados han rodeado el Congreso, en la plaza del Pilar de Zaragoza se han concentrado también este miércoles quienes no se han podido desplazar a Madrid.
«Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden» sigue siendo el lema de la coordinadora, que pide además recoger las pensiones como un derecho constitucional, restablecer la jubilación ordinaria a los 65 años y la anticipada sin penalizar con 40 años o más cotizados, entre una larga lista reivindicativa.