La rehabilitación costará 1 millón y estará terminada en 2019
El Ministerio de Fomento al fin ha sacado a concurso la rehabilitación de la Torre Gótica de Alcañiz. Las obras de mejora de la estructura deberían terminar este año según los plazos anunciados anteriormente y sin embargo, ni tan solo han comenzado. En los últimos años, pese a que se ha contado con financiación, no se ha podido gastar porque las obras no se habían licitado (el trámite que se llevó a cabo el lunes).
El presupuesto, 1.015.670 euros, está divido en tres anualidades por lo que en el mejor de los casos la torre estará rehabilitada en 2019. Este año se ha presupuestado una cantidad ínfima, 38.000 euros, que solo permitirá adjudicar las obras. Si se cumplen las previsiones del ejecutivo en el borrador de los Presupuestos de 2017, la rehabilitación se ejecutará entre 2018 y 2019, anualidades en las que se han presupuestado 419.000 y 558.000 euros respectivamente.
Nuevas investigaciones
Según la memoria elaborada por el arquitecto alcañizano José Ángel Gil, la rehabilitación se llevará a cabo respetando la estructura actual de la torre, afectada especialmente por la palomina (durante las labores de limpieza se retiraron más de 5.000 kilos), las humedades y las sales. Los trabajos consistirán en la consolidación, reparación y limpieza de la torre. Además, se pavimentará todo el interior y se colocará iluminación para que sea accesible al público.
La mejora de la estructura, que data de finales del siglo XIII o principios del XIV, también permitirá avanzar en el conocimiento del conjunto. Se podrá conocer de cuándo data exactamente la torre y quién promovió su construcción. Para ello, se debe descubrir en la planta baja toda la iconografía que se cubrió en el siglo XVIII. En el caso de que no haya sido borrada, porque en otros casos ha sido así, seguramente saldrá a la luz el escudo del promotor de la torre. En cada una de las cuatro esquinas ya hay iconografía pero la más importante se sitúa en la clave de la bóveda, ahora cubierta. Se encuentra tapada con yeso sobre el que se sitúa un lienzo pintado colocado con clavos. Tan pronto como se inicien las obras, se podrá descubrir esta zona porque ya cuentan con todos los permisos de Patrimonio.