Son las 10.45 de un día entre semana durante un curso escolar, y en lugar de comenzar una clase de Lengua o Inglés junto al resto de sus compañeros, un total de 28 alumnos de 1º a 4º de la ESO del IES Pablo Serrano de Andorra se preparan para salir fuera de sus respectivas aulas durante dos horas lectivas para practicar natación y salvamento, fútbol sala, bádminton o gimnasia rítmica. Lo hacen gracias al Programa de Aulas de Tecnificación Deportiva, una iniciativa impulsada por la consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón que les otorga la oportunidad de compatibilizar sus estudios para no abandonar la competición deportiva.
El IES Pablo Serrano de Andorra es uno de los únicos tres institutos de toda Aragón y el único en la provincia de Teruel que implementa estas Aulas de Tecnificación Deportiva. Cuando comenzó, la iniciativa únicamente iba dirigida a los alumnos de 1º de la ESO pero pronto tuvo que ampliarse al resto de cursos debido al interés y la demanda que el programa despertó entre los jóvenes. «Se inició con el objetivo de aprovechar el gran número de instalaciones deportivas que tenemos en el municipio, aunque de una forma muy precipitada. Ahora el modelo se ha consolidado e incluso contamos con jóvenes de otros institutos como Aliaga, Ejulve, Alcorisa y Mas de las Matas que eligen estudiar en este centro gracias a esta modalidad», explica Clara Pellicer, directora del IES.

Esfuerzo del alumnado
«Requiere esfuerzo pero si te gusta mucho la especialidad que practicas merece la pena», cuenta María Gracia. La estudiante de 4º de ESO es una de las alumnas que compagina sus estudios con la natación y el salvamento, un deporte en el que se inició con tres años y que no quiso abandonar una vez comenzó el instituto. Ahora lo hace a un nivel profesional con sus compañeras de equipo, otras cinco estudiantes que junto a ella forman parte de esta opción educativa desde 1º de ESO.
A través del programa cada semana disponen de diez horas de entreno distribuidas en dos cada día que ocupan durante las clases. Esto les ha permitido perfeccionar su técnica y competir en diferentes campeonatos donde acumulan triunfos a nivel autonómico y nacional.
En su caso entrenan junto a alumnos de 2º y 3º de ESO al igual que ocurre en las modalidades de fútbol sala, bádminton y gimnasia rítmica. Los grupos reúnen a estudiantes de diferentes edades que por la tarde recuperan las horas de las clases empleadas para practicar su deporte. En 1º y 2º el entrenamiento se realiza en las horas de Inglés y Matemática, mientras que en 3º y 4º, las clases que sustituyen son las de Lengua e Inglés.
El programa facilita la coordinación entre el sistema educativo y deportivo de los estudiantes, prestando especial apoyo a sus retos académicos y deportivos por igual. El objetivo es que ningún joven se quede atrás, por lo que en ocasiones los plazos de entrega de trabajos o el calendario de exámenes se adaptan en función de las fechas de sus competiciones oficiales. Además, también se refuerzan los contenidos educativos en clase si el fin de semana tienen competición y no pueden estudiar.

Para poder formar parte de las Aulas de Tecnificación Deportiva los alumnos primero deben superar unas pruebas técnicas supervisadas por los que serán sus entrenadores durante el curso. «Es difícil acertar en esa decisión, pero es importante no solo valorar su nivel técnico y resistencia física, sino también hacerles llegar el esfuerzo académico al que van a tener que enfrentarse si deciden entrar en esta modalidad», explica Francisco Moreno Curro, entrenador del Aula de Fútbol Sala. «Lo que hay que asegurar es que estos entrenos no penalicen sus estudios porque van justos de forma física, aunque al ser un deporte que les gusta y pueden elegir enseguida muestran el compromiso necesario incluso siendo más jóvenes», añade.
Por su parte, desde el centro trabajan año tras años para continuar mejorando la calidad del programa. Por ejemplo, este curso el programa incluye por primera vez a un grupo de psicólogos y nutricionistas que han acompañado a los deportistas durante todo el curso escolar. Su tutorización se une al resto de pruebas evaluables a las que los estudiantes deben someterse por parte de los monitores durante todos los meses. «El objetivo es que permanezcan activos y no se desliguen del grupo», recalca Moreno.
Una gran oportunidad
El interés por el programa crece cada año. Por regla general, los estudiantes que inician en 1º de la ESO continúan con su participación durante el resto de años. «Solemos conocer a los alumnos desde que son pequeños porque ya han practicado estos deportes en clases extracurriculares desde pequeños. Con el programa pueden continuar durante cuatro años en los que creamos una unión todavía mayor», afirma Carlos Bielsa, entrenador del Aula de Natación y Salvamento.
Estas dos horas diarias sirven a los jóvenes deportistas como un «entrenamiento personalizado» al tratarse de clases con un número reducido de participantes en las que los entrenadores pueden atender a cada una de las cualidades y potenciarlas, ya sea a nivel individual o como equipo.
Todos coinciden en que los estudios muchas veces pueden ser un motivo para que jóvenes con un gran potencial acaben abandonando su especialidad al no disponer del tiempo necesario, por lo que para ellos este programa es la «iniciativa ideal que les permite progresar en lo deportivo y académico por igual».
Aunque no todo se basa en el rendimiento profesional, los monitores también destacan el beneficio que hay detrás de dos horas que para los alumnos acaban siendo «un tiempo de desconexión» que favorece su rutina académica. «Están realizando dos horas diarias de un deporte que les gusta mucho con sus amigos y de quienes también pueden aprender», afirma Samuel Galve, entrenador del Aula de Bádminton en el IES Pablo Serrano.
18 de 28 alumnos son chicas
Otro de los motivos por los que en su día DGA impulsó este proyecto se centraba en la búsqueda de un respaldo a la práctica deportiva femenina. Un objetivo que se ha conseguido. 18 de los 28 participantes del programa este año son chicas. Las aulas en las que predomina su presencia son las de natación y salvamento y gimnasia rítmica, una de las últimas modalidades incorporadas al programa que se ha mantenido con éxito desde su implantación hace tres años.

En el aula hay alumnas como Zarza Cruz, que a sus 12 años ya compite a nivel nacional dentro de la categoría infantil. «Sus logros han consolidado esta modalidad, y eso es lo bonito de este programa», afirma Mª Carmen Villaroya, entrenadora de Gimnasia Rítmica.
13 estudiantes para el siguiente curso
A día de hoy ya hay 13 estudiantes interesados para el próximo curso. Aunque desde el centro lo han intentado, el proyecto nunca se ha llegado a implantar en Bachillerato por «el aumento de la exigencia académica». Todos los alumnos de 4º de ESO afirman que abandonan el programa «casi por obligación», y que de no ser por ello continuarían practicando su deporte, algo que la mayoría hará aunque de una forma ya más autónoma.
«»deporte de alta competición»»
Los mundos de Peter Pan, Campanilla, etc
El cuento es muy bonito, el esfuerzo limitado, la realidad, y va a ser una realidad muy dura, la van a ir viendo ustedes mismos, año a año.
Y mientras tanto sin UVI móvil permanente.