Alcorisa es la localidad bajoaragonesa que ha notificado daños ocasionados por la borrasca por más valor tan solo por detrás de Andorra (siete millones). El municipio suma casi 4,5 millones en desperfectos y aún no ha regresado a la normalidad tanto a nivel particular como público.
Los desprendimientos aún mantienen fuera del polideportivo las actividades deportivas, que ahora se desarrollan en el frontón y el polivalente. Preocupa una roca situada detrás de este último edificio y que está en riesgo de derrumbe. El geólogo de la Diputación de Teruel ya la ha revisado y cifró su retirada en alrededor de 16.000 euros. El Ayuntamiento ha solicitado presupuestos, tal y como explica su alcalde, Miguel Iranzo, y próximamente se quitará, con lo que el polideportivo ya será seguro. A largo plazo la intención del equipo de gobierno es colocar una malla en toda la zona, afectada desde hace muchos años por pequeños desprendimientos.
También hubo problemas en la ladera del parque José Angel Azuara, detrás del Calvario (se había acondicionado hacía poco tiempo), la zona de las instalaciones deportivas, alrededores del colegio y la conocida como «calle de las Peñas».
Otra de las afecciones más importantes es el derrumbe de tres naves empresariales, que suman 850.000 euros en daños: Áridos Gracia, Maderas Casas y Alcorisa Misión (empresa de encurtidos cerrada). Las dos primeras aún no han podido desescombrar ya que están pendientes de recibir la autorización de DGA para retirar la uralita, una petición que normalmente tarda 45 dias en resolverse. También sufrió graves daños el Pádel Alcorisa.
En el caso de Aridos Gracia se cayó la nave con toda la maquinaria dentro, por lo que han tenido que alquilar camiones. Por su parte, Maderas Casas ha tenido que alquilar una nave para recolocar las oficinas. El día de la nevada los empleados no fueron a trabajar pero sí el gerente, la secretaria y el comercial para atender las llamadas. Los dos primeros se marcharon antes y cuando solo quedaba el comercial se vino abajo el techo de la nave aunque, por fortuna, puedo salir antes. «Empezó a escuchar ruidos y salió como pudo porque se le cayó la nave literalmente encima. Por suerte no le pasó nada», explican desde la empresa..