Alcaldes, empresarios y agentes sociales del sector participaron en las jornadas
Impulsar la «marca Ariño» era el objetivo del Ayutnamiento cuando se propuso como sede del XIII Encuentro de Villas Termales y lo ha cumplido con creces. La localidad albergó este fin de semana un encuentro nacional en torno al termalismo en el que participaron más de 60 alcaldes, empresarios y agentes sociales del sector de todo el país. Así abrió sus instalaciones y su entorno a la Sección de Entidades Locales con Aguas Minerales y Termales de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y fue el municipio anfitrión de interesantes foros de debate sobre el futuro, las oportunidades y los retos del turismo termal.
El alcalde de Ariño, Joaquín Noé, realizó un balance más que positivo de las jornadas y agradeció la participación de todos los asistentes. «La reacción de los municipios ha sido muy bueno. Los alcaldes han hecho un esfuerzo por venir desde Extremadura, Andalucía, Valencia, Castilla… Además, según me han transmitido han estado muy agusto», detalló.
En su caso, Noé intervino el sábado por la mañana en una mesa redonda para relatar el camino que se está recorriendo para realizar la transición de «Ariño, pueblo minero» a «Ariño, Villa Termal», un proceso «complicado» en el que ha sido «imprescindible» el trabajo común y la «pelea» de los ariñeros por conseguir los fondos mineros necesarios para poner en marcha, finalmente en 2014, el Balneario de Ariño. «Somos un pueblo minero que ha peleado mucho por su futuro y lo seguirá haciendo», dijo.
Explicó como se propusieron aprovechar un recurso natural como son las aguas minero medicinales del río Martín a su paso por el municipio para crear empleos alternativos a la minería. «La zona de baños era muy concurrida e incluso llegó a haber dos fondas donde la gente se quedaba a dormir pero el proyecto del balneario fue mucho más ambicioso», relató.
Noé hizo hincapié en toda la oferta turística existente en el entorno, sobre todo en lo que respecta al patrimonio natural, industrial, paleontológico, gastronómico y cultural. Así, el Parque Cultural del Río Martín, Territorio Dinópolis y el legado minero de la localidad con su museo, castilletes y explotaciones a cielo abierto se van convirtiendo en visitas obligadas para todos los clientes que llegan al balneario.
En este aspecto incidieron todos los ponentes, que subrayaron la necesidad de impulsar iniciativas turísticas que potencien el atractivo que por sí solo genera el turismo de salud.
Uno de los ejemplos destacados fue el de Alange (Extremadura). Este municipio de más de 1.500 habitantes lleva 25 años siendo Villa Termal y en 2018 es uno de los candidatos a ser la Capital del Turismo Rural 2018. Su alcalde, Juan Pulido, explicó cómo ha aumentado el turismo gracias al impulso de sus termas romanas. «Nosotros teníamos el pantano, que es lo que intentamos explotar y lo conseguimos. También tenemos una playa y hacemos visitas a las bodegas», señaló Pulido.
Visitaron la localidad
Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer todo ese entorno el viernes por la tarde. Visitaron el Centro de Arte Rupestre de la localidad y también la subsede de Dinópolis, Valcaria. Recorrieron después las calles para llegar a la plaza del Ayuntamiento donde les esperó una gran sorpresa. Un gran grupo de tambores y bombos de la localidad mostró a los termalistas una de las tradiciones más arraigadas del Bajo Aragón, el toque de tambores y bombos. «Los vecinos se volcaron y me sentí muy orgulloso de mi pueblo», señaló Noé.