El proceso de puesta en valor de la figura de la soprano es el resultado de un arduo y rocambolesco trabajo
Dignificar y poner en valor en su localidad natal la figura de la más ilustre valderrobrense nacida en los últimos tiempos no ha sido tarea fácil. Han sido necesarios varios años de arduo trabajo por parte de la Fundación Valderrobres Patrimonial, Asunción Tomás Foz, y el Ayuntamiento para ir solventando, uno por uno, los innumerables trámites burocráticos que han permitido, desde distintos puntos como Milán y Barcelona, devolver a la capital del Matarraña las diversas pertenencias, vestimentas y recuerdos de la genial soprano que aún se conservan, así como sus restos mortales.
Tras esta minuciosa labor de recopilación, documentación e incluso hasta de diplomacia, Valderrobres logra sumar un nuevo atractivo cultural e histórico albergando la más importante colección de objetos, vestimentas y retratos sobre la soprano, mentora de la gran María Callas.
Por ello, el Museo de Valderrobres cuenta con una nueva sala dedicada exclusivamente a la cantante en la que se expone todo el material que la fundación valderrobrense ha conseguido reunir gracias a la colaboración de los descendientes de la soprano así como de distintas entidades. La sala se inauguró en noviembre del año pasado con un lote de objetos de la soprano compuesto por dos trajes de gala recientemente restaurados, pertenecientes a la ópera Manon de Massenet, y un gran retrato de la artista. Además el espacio se completó con varios paneles explicativos sobre la vida y la trayectoria de la soprano y con distintas fotografías en las que, entre otros motivos, la cantante luce uno de los trajes expuestos. Ha sido importante la colaboración entre la Fundación y la Diputación Provincial de Barcelona, propietaria de las piezas y que las tenía depositadas en el Instituto del Teatre catalán y que fueron restauradas en el Museo Textil de Tarrasa. Las han cedido durante 10 años. Fue clave también, la mediación del actor y político Juanjo Puigcorbé, muy vinculado a Valderrobres y gran conocedor de la labor cultural que se lleva a cabo en la localidad.
Asimismo, recientemente se han incluido a la colección la Cruz al Mérito Civil que le otorgó el Gobierno, un collar de plata que fue de su propiedad y 4 trajes más. En octubre está prevista la incorporación de 2 trajes más de gala que actualmente se encuentran en proceso de restauración en Barcelona. Se trata de trajes o de actuaciones o personales de ella, de ropa que ha cedido la familia a la Fundación Patrimonial. Entre ese material, que la artista paseó por medio mundo, se encuentra, el vestuario completo que utilizó para una producción de la «Manon» de Massenet. El Instituto cedió también 23 dibujos, algunos de artistas como Mariano Benlliure, de escenografías y figurines de producciones en las que participó la soprano. Y diverso material, como una amplia colección de fotografías o un retrato que le realizó el pintor belga Gaston Pootmans en 1932.
El Teatro de la Scala de Milán, por su parte, ha cedido una curiosísima fotografía de Elvira de Hidalgo niña, retratada junto a una de sus hermanas, e imágenes de varios carteles de producciones en las que participó la soprano aragonesa.
La propia Fundación valderrobrense ha sido la encargada de costear todos los gastos de restauración y conservación de las prendas. Los trajes están instalados en sendas vitrinas especiales en las que se mantiene la humedad gracias a un sistema de rejillas diseñado para este tipo de prendas. Por su parte desde el Museo eligieron la planta baja del edificio por no recibir luz directa del Sol, otro de los requisitos que demandaba la conservación de los trajes y mantener así una temperatura constante. Todo el proceso fue supervisado por una conservadora del Institut del Teatre.
Sin embargo la traída de los trajes conllevó multitud de escollos y problemas burocráticos. La Fundación, constituida en 2013, comenzó las gestiones hace varios años para poder albergar un espacio dedicado a la cantante en el nuevo Museo de Valderrobres, tras un infructuoso intento de establecer en los años «90 un espacio en la casa natal de la soprano en la calle Santiago Hernández Ruiz. La Dirección de la Fundación logró ponerse en contacto con las sobrinas carnales de Elvira de Hidalgo, que y llevó a cabo varios viajes a Milán para recopilar distintas pertenencias de la cantante. Tras obtener el visto bueno de sus familiares directos, lograron llegar a un acuerdo con la Diputación Provincial de Barcelona para conseguir una cesión de varios trajes conservados y almacenados hasta ese momento por la institución barcelonesa.
La traída de las prendas estaba prevista a finales de septiembre, sin embargo la inestabilidad política en Cataluña hizo peligrar la operación y el traslado de los lotes se abortó en varias ocasiones hasta que, finalmente, pudieron llegar al Museo el pasado mes de noviembre. Asimismo, continua sin haber acuerdo sobre otra colección de trajes, actualmente en manos de una restauradora valderrobrense y cuya intención por parte de la Fundación es que puedan, de igual modo, exponerse en la sala. La entrada al Museo incluye la visita al Castillo y a la Iglesia y son más de 30.000 personas las que cada año visitan el espacio.
Repatriación de los restos
Muy compleja fue, de igual modo, la repatriación de los restos mortales de Elvira de Hidalgo hasta su localidad natal. Fallecida en Milán en 1980 a los 89 años de edad, sus restos fueron depositados en un cementerio de la ciudad transalpina en una tumba sin identificación y que tan solo fue mínimamente dignificada 10 años después gracias a la aportación de varios de los discípulos de la genial soprano. Solo tras dos años de numerosas gestiones burocráticas y diplomáticas por parte de la Fundación Asunción Tomás Foz, fue posible repatriar y conseguir que los restos mortales, hasta ese momento depositados en una caja de zinc, volviesen a Valderrobres para descansar en un panteón propiedad de la familia Tomás Foz. Fue en 2016 cuando la Fundación, tras conocer que en 2020 caducaba el emplazamiento de la soprano en el cementerio milanés, comenzó la operación de traída de los restos y que peligró en varias ocasiones.
Después de que el Presidente de la Fundación, Joaquín Gil y el Director, Manuel Siurana, realizasen varios viajes a Milán y obtener la autorización de los familiares directos de la cantante, la delegación valderrobrense se encontró con el recelo por parte de las autoridades italianas a la hora de facilitar los trámites burocráticos. Conseguidas por fin las autorizaciones y el pasaporte funerario, Presidente y Director de la Fundación asistieron a la exhumación de los restos de la valderrobrense en el cementerio milanés. Sin embargo una potente ola de frío retrasó y complicó el traslado de la caja de zinc, aunque finalmente pudo ser repatriada y depositada en Barcelona, a la espera de devolverla a Valderrobres. Finalmente la Fundación habilitó un espacio en el panteón de la familia que da nombre a la entidad y proporcionó una caja de madera en donde, desde el 29 de julio de 2018, descansarán eternamente en su localidad natal. «Ha sido todo muy rocambolesco. Probablemente ha sido el proceso más complejo al que nos hemos enfrentado en la Fundación, más incluso que la reconstrucción de la Iglesia. Pero estamos muy contentos por todo lo conseguido», explicó Manuel Siurana, Director de la Fundación.
Pese a que cuando desde la Fundación comenzaron los trámites en 2015, establecieron un más que razonable horizonte para que el 12 de octubre de 2017 estuviese todo listo, las distintas dificultades han hecho que sea el 29 de julio de 2018 la fecha escogida para rendir un homenaje a la valderrobrense más ilustre de todos los tiempos. «Cuando comenzamos nos dijeron que todo sería muy sencillo pero nos hemos enfrentado a muchas dificultades. Ahora seguiremos trabajando por este espacio Elvira de Hidalgo», añadió Siurana.